Sevilla y su economía

03 ene 2017 / 23:05 h - Actualizado: 04 ene 2017 / 08:41 h.

El objetivo es rebajar el número de parados. En toda España, en Andalucía y en Sevilla. En concreto, Sevilla debería estar por debajo de los 200.000 parados y Andalucía, en su conjunto, tendría que sumar menos de 900.000 personas en situación de desempleo de aquí a final de año. Pero no a cualquier precio: los trabajos que se generen tendrán que tener un mínimo de calidad para proporcionar una vida digna a los que lo realicen.

La industria es uno de los objetivos para que la modernización y la generación de riqueza sea el motor necesario con el que la economía andaluza alcance la velocidad de crucero y garantice un futuro prometedor. La Junta invertirá este año, para ello, 32,9 millones en la provincia de Sevilla dentro del Plan de Empleo Industrial. Una cifra importante que busca resultados seguros. Sin una industria moderna, una red de comunicaciones adecuada a su alrededor; planes en los que la investigación, el desarrollo y la innovación, que se conviertan en protagonistas; no será posible llegar al objetivo; por lo que es necesario que se pongan en marcha todas las medidas necesarias para hacer realidad algo tan importante para Sevilla y Andalucía.

Serán las pymes las que se pongan al frente de un plan de progreso esperado y deseado, un plan de progreso que, ahora sí, tiene cabida en nuestra sociedad. Y esta es una de las razones por las que las Administraciones están obligadas a estudiar planes de financiación y estructuras fiscales que faciliten la contratación de todos aunque mujeres, jóvenes y personas con edad avanzada, han de ocupar un lugar preferente respecto a las nuevas oportunidades.

El objetivo es bajar el empleo aunque la clave se encuentra, como siempre, en el proceso, en cómo conseguirlo. No será fácil hacer crecer la economía andaluza más de un 2 por ciento ni generar un número de empleos suficientes como para que la cifra de desempleados se sitúe por debajo del 26 por ciento. El reto es muy importante, será difícil conseguir lo esperado, pero, también es verdad que parece que la situación invita al optimismo.

No hay que olvidar que el Brexit podría convertirse en una fuente de empresas que necesitan ser captadas; no hay que olvidar que el trabajo de estos años dará sus frutos siendo más favorables las condiciones que un tiempo atrás. La construcción parece que vuelve a recuperarse ligeramente y eso, unido a un tipo de interés menor y soportable, puede convertirse en otra buena oportunidad para hacer crecer la economía de la región y de la provincia de Sevilla. Tampoco conviene olvidar el empuje del mercado turístico que, con un alza constante, quiere ser uno de los protagonistas del avance económico de la región.

Andalucía y Sevilla necesitan una recuperación económica cierta que genere confianza; una población activa ocupada en puestos de trabajo estables; unos sueldos que permitan vivir a los andaluces con cierta comodidad. Si no es así estaremos fracasando. Y eso es algo que no podemos consentirnos de ninguna de las maneras.