Ya es definitivo. Susana Díaz se presenta como candidata a la Secretaría General del Partido Socialista Obrero Español. Y, por supuesto, los líderes de las distintas formaciones políticas que tienen representación en el Parlamento andaluz, exigen que se aclare la situación. Algunos dan por hecho que el cargo de Presidenta de la Junta de Andalucía y el de secretaria general del PSOE son incompatibles. Los hay que piden un adelanto electoral inmediato aludiendo al bloqueo político en el que se encuentra Andalucía ya que Susana Díaz dedica todos sus esfuerzos a convertir su carrera política en algo distinto a lo que es actualmente. También, los hay que hablan de impugnaciones por incompatibilidad de cargos. Otros prefieren relevos tranquilos que permitan acabar la legislatura para poder llevar a cabo todo lo que queda por hacer. Posturas distintas y respetables aunque algunas de ellas sean chocantes. Sorprende que, por ejemplo, que el presidente del Partido Popular de Andalucía pida un adelanto electoral por esta razón cuando María Dolores de Cospedal, la secretaria general del PP, fue presidenta de Castilla La Mancha, al mismo tiempo y durante cuatro años.
La pregunta es si Susana Díaz será capaz de asumir la responsabilidad que supone estar al frente del partido y de la Junta de Andalucía. Y no parece que la presidenta andaluza tenga problemas con su capacidad de trabajo o con su sentido de la responsabilidad respecto a Andalucía. Poner en duda algo así resulta casi un insulto para los cientos de miles de votantes que depositaron la confianza en Susana Díaz. Otra cosa es exigir que no se produzcan alteraciones que afecten a los andaluces, que se vigile la labor para evitar situaciones indeseadas por todos.
Aunque la otra gran cuestión es otra que parece nadie querer plantearse: ¿quién ganará las primarias del PSOE?
Susana Díaz parte con cierta desventaja. Tanto López como Sánchez llevan semanas moviéndose por toda España buscando apoyos. Y no está claro cuál de los tres discursos será el preferido de los militantes socialistas. De momento, según algunos sondeos conocidos, es Sánchez el que ha tomado ventaja seguido de López. Las cosas, sin duda, cambiarán de aquí al día que se celebren las votaciones, pero la realidad es la que es en este momento.
Parece que lo más prudente es esperar y no pedir cambios urgentes o adelantos electorales sin saber qué es lo que va a pasar. Parece que lo más prudente es no exigir a otros lo que no se hace en el partido propio. Lo más prudente parece que es no poner en duda la capacidad para asumir responsabilidades de alguien o su compromiso político. Como en casi todos los ámbitos de la realidad, la prudencia es la mejor compañera de viaje.