Todos iguales a los ojos de la Justicia

La Justicia está demostrando que funciona más que bien. Ya veremos si en las urnas alguien paga por tanto escándalo

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17 nov 2017 / 22:23 h - Actualizado: 17 nov 2017 / 22:23 h.
  • Todos iguales a los ojos de la Justicia

Día a día se demuestra que la separación de poderes en España es algo real, no una idea por la que luchar sino una realidad absoluta. Afortunadamente y a pesar del torrente de maledicencia que está soportando el Estado en este sentido, si algo está quedando claro en los últimos meses es que los jueces son independientes. No hace mucho hemos visto al presidente del Gobierno contestando preguntas en un tribunal de justicia y eso debería ser suficiente para pensar que las cosas son como son y no como las quieren pintar aquellos a los que no convienen las sentencias o las acciones de la justicia.

El Partido Popular, como entidad jurídica, se sentará en el banquillo por delitos de daños informáticos y encubrimiento. La destrucción de los famosos ordenadores que contendrían información sobre la caja B es la causa. En los discos duros de los equipos informáticos destruidos supuestamente estaban anotados los nombres de los que colaboraban de forma fraudulenta, las cantidades que se movían en un circuito corrupto de dimensiones preocupantes, las cantidades depositadas en bancos de Suiza e información de todo tipo que ya nunca podrá conocerse. Pero la Justicia sigue su curso. El caso Gürtel, el caso Lezo y un enorme e insólito número de casos en los que políticos del Partido Popular están siendo investigados.

Si es significativo todo esto, no deja de serlo en igual intensidad la falta de reacción social y política ante, por ejemplo, las declaraciones del instructor de la Gürtel confirmando que Rajoy pudo cobrar, indiciariamente, dinero en sobres; o ante los contenidos de las cintas grabadas por la Guardia Civil, en el marco de la operación Lezo, de las que son protagonistas Ignacio González y Eduardo Zaplana. Es tan sumamente indignante que cuesta creer que, ante algo semejante, no se hayan producido dimisiones en cadena; cuesta creer que la opinión pública siga sin dar signos de gran irritación.

En cualquier caso, la Justicia está demostrando que funciona más que bien. Y que si alguien en este país comete un delito, puede ser condenado, sea quien sea. Ya veremos si en las urnas alguien paga por tanto escándalo.