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Un pacto de Estado por la educación

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23 sep 2017 / 08:42 h - Actualizado: 23 sep 2017 / 08:43 h.
  • Un pacto de Estado por la educación

Si hay algo sobre lo que reflexionar seriamente, una vez que pase este desastre en Cataluña (porque lo es), es acerca de los traspasos de competencias que se produjeron, desde la Transición hasta ahora, a las autonomías en materia de educación. Y, desde luego, sobre haber otorgado a los distintos parlamentos autonómicos, como el de Cataluña, el privilegio de crear y regular las policías autonómicas que, en el caso de Cataluña, se denominan Mossos d’Esquadra, como todo el mundo sabe.

Si se deja en manos de alguien con intenciones dudosas un tesoro que pertenece a todo un pueblo como es la educación de los niños y jóvenes, el peligro de adoctrinamiento es evidente. Si a eso le sumamos una falta de inspección constante, o una inspección descuidada, por parte de los diferentes gobiernos de los últimos 30 o 35 años, el problema que puede generarse con el paso del tiempo es prácticamente irresoluble. En el caso de Cataluña, los alumnos han aprendido, por ejemplo, una historia reescrita que produce sonrojo al que se acerca a los libros de texto que se manejan en esa comunidad autónoma. Y, sin embargo, nadie ha hecho demasiado caso o, lo que es peor, se han permitido textos que buscaban lo que hoy tenemos en Cataluña. Si a una persona le dices algo incorrecto o una falsedad durante años sin que nadie ponga remedio, eso se convierte en una verdad absoluta. Si a un niño le enseñas que él es diferente y mejor que otros iguales, termina creyendo tener poderosas razones para menospreciar y excluir a aquellos con los que se compara.

Si bien es cierto que el caso de Cataluña y el País Vasco son especialmente graves, en todas las autonomías ocurre algo parecido. La diferencia es que, actualmente, son solo esas dos autonomías las que buscan la liquidación del Reino de España.

La solución al problema pasa por un pacto de Estado sobre la educación y una inspección por parte del Gobierno que sea efectiva y regule de forma tajante lo que ha de ser la educación igualitaria en todo el territorio nacional.

El asunto de las policías es igual de grave si tenemos en cuenta lo que sucede en Cataluña. Todavía no está claro el papel que quieren tener los Mossos d’Esquadra. Y, en este caso, estamos hablando de problemas de orden público, de la seguridad que debe ofrecer cualquier gobierno a sus ciudadanos en situaciones como la que se vive en estos momentos en Cataluña. Estamos hablando de dudas más que razonables sobre lo que podría ocurrir llegado el momento de enfrentarse a situaciones extremas.

Hace falta reflexionar seriamente sobre esto que ya es una evidencia. No hacerlo significará que todos los españoles estén en manos de grupos minoritarios que defienden proyectos, como en este caso, ilegales, que ponen en serio peligro la convivencia pacífica y el Estado de derecho.