¿Un tributo necesario? Menos cuentos

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16 sep 2017 / 23:04 h - Actualizado: 16 sep 2017 / 23:05 h.
  • ¿Un tributo necesario? Menos cuentos

En las últimas semanas, la cuestión sobre cómo debería quedar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones en Andalucía parece todo un correcalles. Lo último, la campaña del Partido Popular de Andalucía bajo el lema Que no te cuenten cuentos.

Una campaña que es resultado de las idas y venidas en las negociaciones entre PSOE y Ciudadanos. Un día las posturas de unos y otros están más próximas, o al menos eso es que lo pretenden dar a entender, y al día siguiente el acuerdo por la reforma del Impuesto de Sucesiones es pura ilusión.

La reunión que mantuvieron a principios de septiembre Juan Marín, líder andaluz de la formación naranja, y María Jesús Montero, consejera de Hacienda y Administración Pública de la Junta de Andalucía, no ha servido sino para alimentar aún más las dudas en torno a la verdadera negociación de ambas formaciones para mejorar la situación del gravamen en el sur de España.

Juan Carlos Valverde, presidente de la Asociación Stop Impuesto Sucesiones, directamente la considera «un paripé». Así se refirió a la negociación entre PSOE y Ciudadanos, y lo hizo durante la concentración que esta semana tuvo lugar en Córdoba, convocada tiempo atrás por Asaja, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores.

Allí se dieron cita cientos de personas que ya no se creen el cuento de que el Impuesto de Sucesiones es un tributo necesario. Entre los asistentes, además de dirigentes del PP andaluz, también estuvieron Pedro Barato, presidente nacional de la organización agraria, y Rafael Amor, presidente de la Federación Andaluza de Trabajadores Autónomos (ATA).

Tal vez la negociación que mantienen PSOE y Ciudadanos solo sea lo que dice Valverde, «un paripé», y finalmente el cambio que se dé en el impuesto no sea el esperado. Ni bonificación al 99 por ciento, como en la Comunidad de Madrid; ni subida del mínimo exento, hasta el millón de euros como reclama Ciudadanos.

Tal vez los andaluces sigamos, otro año más, bajo el yugo de un impuesto que nos diferencia de los ciudadanos de otras comunidades autónomas.

O tal vez, solo tal vez, el cuento de nunca acabar que insisten en hacernos creer desde hace ya tiempo, sí se termine de una vez por todas y se escriba el final que contente a quienes sufren una injusticia en Andalucía.