Enel, matriz de Endesa, ha desvelado un incremento del dividendo desde los 0,21 euros por acción de 2017 hasta los 0,28 euros por acción para el próximo ejercicio. Esto supone un incremento del 5 por ciento en el pay out, desde el 65 por ciento hasta el 70 por ciento.
En 2019 preveía obtener 4.700 millones de euros de beneficio neto ordinario, pero estas previsiones han aumentado hasta 4.800 millones de euros. Este incremento en los resultados sólo será posible de mantener la participación relevante de Endesa o si la sustituye con otra adquisición.
El nuevo Plan de Enel quiere enfocarse en la digitalización, a la que dedicará 5.300 millones hasta 2020.
El consejero delegado de Enel, Francesco Starace, ha descartado que su compañía vaya a participar en alguna gran operación corporativa: «Escuchamos a los bancos, que vienen a vernos cada dos meses aproximadamente, pero no nos interesa».
Endesa tiene previsto invertir 900 millones en renovables en España y Portugal hasta 2020, al objeto de añadir unos 1.000 MW a su actual parque de energías limpias, que asciende a 1.700 MW sin contar la hidroeléctrica. La compañía resultó adjudicataria de 879 MW en las subastas celebradas durante los pasados meses, para los que estima una inversión asociada de 870 millones de euros.
En contraste con la inversión en renovables, Endesa únicamente invertirá 400 millones en generación térmica, destinándolos a la remodelación de las centrales en las y en instalaciones de almacenamiento.
La empresa confía en que el número de clientes se incremente desde los actuales 5,8 millones hasta los 6,9 millones al final de la década, lo que implica un crecimiento del 18,9 por ciento en un trienio. Por otra parte, el coste unitario de prestar sus servicios se reducirá un 6 por ciento, pasando de los 14 euros actuales hasta los 13 euros en 2020.