Turismo sostenible y turistas responsables

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22 ago 2017 / 20:59 h - Actualizado: 22 ago 2017 / 21:00 h.

2017 es el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, proclamado por las Naciones Unidas para promover una gestión sensata de este sector que se ha convertido en la primera fuente de riqueza en muchos países. La moda de abominar del turista va acompañada de un descargo de la culpa del problema en los políticos, los hosteleros o los especuladores de los apartamentos turísticos ilegales.

Sin embargo, se ha hablado muy poco o casi nada de la responsabilidad del turista en la saturación de los destinos, de su incívico comportamiento en ocasiones, de su gregarismo a la hora de decidir el modelo de viaje.

Las autoridades deben desinflar la burbuja turística con mayor control e inspecciones, una fiscalidad atenta a las nuevas realidades que surgen casi a diario y medidas disuasorias, pero los ciudadanos deben cumplir con sus obligaciones y deberes a la hora de hacer turismo.

El viajero responsable tiene curiosidad y no debe quedarse solo en la parte más turística de los cascos históricos de las ciudades, tiene que atreverse con lo que está más allá del centro si quiere conocer de verdad la localidad que visita.

Emborracharse está mal dentro y fuera de casa, en el propio país y en el extranjero. Señalar los lugares más bonitos para un selfi como hacen ya en algunas localidades andaluzas es la receta perfecta para convertir lugares tranquilos en aglomeraciones.

Hay muchas maneras de hacer turismo y tenemos que buscar y ayudar a difundir las formas alternativas, las rutas temáticas que no están masificadas, los lugares recónditos y apartados con encanto. En resumen, el turista debe portarse fuera con la misma corrección que en su casa y en su trabajo.