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La nueva pasarela comunicará el paseo Juan Carlos I con la calle Torneo. / El Correo -
La concejal Clara Macías, segunda por la izquierda, supervisó la obra. /El Correo
El Ayuntamiento de Sevilla ha comenzado la construcción de la rampa peatonal que conectará la calle Torneo con los bajos del Paseo Juan Carlos I, junto la dársena del río Guadalquivir. La nueva pasarela, así, estará ubicada frente a la zona que se encuentra entre las calles Puerta de San Juan y Lumbreras y evitará tener que llegar hasta las escaleras para poder bajar a esa parte del paseo fluvial.
La concejal delegada del distrito Macarena, Clara Macías, supervisó ayer junto a técnicos de la Gerencia de Urbanismo y responsables de los distritos Macarena y Casco Antiguo, la marcha de las obras. Estas cuentan con un presupuesto de 164.288 euros y los trabajos tienen una duración prevista de cuatro meses.
Macías destacó la importancia de esta intervención para facilitar el acceso a la dársena entre el Paseo Juan Carlos I y la calle Torneo y «para revalorizar esta zona junto al río, de la que diariamente disfrutan muchos ciudadanos y, de manera especial, familias con niños pequeños», explicó.
Macías destacó también que se trata de una obra «muy demandada tanto por los vecinos del distrito Casco Antiguo como por los de la Macarena, usuarios habituales de esta zona, y responde a la apuesta que desde el gobierno municipal se está haciendo en este mandato para que Sevilla sea una ciudad mucho más accesible». «La inexistencia de bajadas adecuadas al paseo, al margen de las escalinatas, constituía hasta ahora una barrera arquitectónica evidente que gracias a esta nueva pasarela en construcción, va a quedar resuelta de manera definitiva», señaló la edil responsable del distrito Macarena.
Con esta actuación, el Ayuntamiento pretende resolver la barrera física existente en la actualidad entre ambos espacios, separados entre sí por una línea quebrada en la que se disponen regularmente varios tramos de escalinatas.
Estas escaleras no cumplen las normas vigentes en materia de accesibilidad, de forma que esta circunstancia solo puede salvarse con una pasarela inclinada que cumpla la normativa en vigor, según explicó el consistorio sevillano.