Cinco horas... ¿con o sin Vallejo?

El juicio se suspende hasta el lunes por la convalecencia del exconsejero, que ha sido intervenido

19 feb 2018 / 22:54 h - Actualizado: 19 feb 2018 / 22:56 h.
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  • El tribunal compuesto por los magistrados Pilar Llorente, Juan Antonio Calle Peña y Encarnación Gómez durante la sesión de este lunes. / José Manuel Vidal (Efe)
    El tribunal compuesto por los magistrados Pilar Llorente, Juan Antonio Calle Peña y Encarnación Gómez durante la sesión de este lunes. / José Manuel Vidal (Efe)

Cinco horas fueron necesarias para decidir si el juicio por el procedimiento específico de los ERE continuaba con o sin el exconsejero de Innovación Francisco Vallejo, o si directamente se suspendía como al final ocurrió. Hasta el próximo lunes 26 de febrero no habrá juicio después de que un forense haya determinado que Vallejo «está en condiciones de asistir a la sala como espectador», pero que debido a los «dolores abdominales» que sufre tras la intervención quirúrgica de la semana pasada, «se aconseja posponer dicho desplazamiento hasta el 26 de febrero». El precio a pagar serán tres tardes más de juicio para recuperar las sesiones perdidas de esta semana.

Dos informes forenses hicieron falta para una decisión que se hubiera podido tomar a primera hora enviando directamente al forense al domicilio del exconsejero, pero esto no se decidió hasta la una de la tarde, después de tres horas de espera y vicisitudes y en la que la perjudicada fue la exconsejera de Hacienda Magdalena Álvarez, cuya declaración estaba prevista para este lunes.

El segundo informe concluyó que Vallejo lleva «una adecuada evolución y sin complicaciones» de la intervención por laparoscopia a la que fue sometido la semana pasada, por lo que podría acudir «de mero espectador». Sin embargo, sufre dolores abdominales que aconsejan que se posponga hasta el lunes su presencia en la sala. Eso sí, «podría seguir el juicio desde su domicilio».

Tras leer el informe, el presidente del tribunal, Juan Antonio Calle Peña, pidió a la abogada de Vallejo, Encarnación Molino, que se pronuncie sobre si su representado acudiría o lo seguiría por televisión, algo a lo que solo accedería si «las circunstancias le obligan», manteniendo su postura de que «se suspenda el juicio» hasta el lunes.

La Fiscalía Anticorrupción dijo que «no puede» oponerse a que se suspenda hasta el lunes, pero pidió que se aperciba a los acusados que cualquier ausencia debe ser por «causa justa» y que se cite a Vallejo con el apercibimiento de que si no acude, el tribunal «puede ordenar la detención». Una petición que apoyó el PP, mientras que Manos Limpias y el resto de defensas se unieron a la solicitud de la abogada de Vallejo.

El presidente del tribunal, visiblemente molesto, decidió entonces suspender hasta el lunes, que se cite a Vallejo con el apercibimiento de que en caso de no comparecer podrá ser detenido, y fijó las tardes del lunes y el martes próximo, así como la del lunes 5 de marzo, para recuperar las sesiones de esta semana. Para entonces ya habían transcurrido cinco horas, consumiéndose una jornada completa. Acusados, partes y público entraron y salieron cinco veces de la sala y se hicieron cuatro recesos.

El día comenzó retraso, tras examinar el tribunal la petición de suspensión planteada por la defensa de Vallejo. El primer suspenso fue para ordenar al forense que examinara la documentación médica aportada y que elaborara un informe, examinando al acusado si lo consideraba necesario. Una hora y media después se retomó el juicio y se dio lectura al informe, que no incluía la visita domiciliaria y en el que el forense concluía que acudir a la sala no supone «ningún esfuerzo físico», pero debía esperarse un plazo de «diez días» para que preste declaración. En vista de estas conclusiones, el tribunal acordó que el juicio continuara «con o sin» él. Sin embargo, se produjo una nueva suspensión para solicitar una ampliación del informe con una visita al exconsejero en su domicilio, ante las protestas de su defensa y la del resto de acusados. Molino, hizo constar su «respetuosa» protesta y su «disconformidad más absoluta» ante este informe y el «trato de excesivo rigor, dureza» e «inhumano» al que consideraba que se estaba sometiendo a su cliente. Entonces se originó un rifirrafe entre ella y el magistrado, que acabó con un nuevo receso. Esta vez, cinco minutos para que llamara a Vallejo y le preguntara si iba a venir «inmediatamente». Vuelta a la sala y la abogada siguió insistiendo en que este no podía acudir.

El tribunal volvió a preguntar a las partes y tras escuchar sus razonamientos –la mayoría pedía que el forense lo examinara ante la disparidad de las opiniones médicas y evitar así toda sombra de una posible nulidad futura–. Nuevo receso, tras el que los magistrados accedieron. Otra hora y media larga y, finalmente, juicio suspendido.