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Ángel Boza, en una imagen de archivo. / EFE
Lo pillaron robando unas gafas de sol y, antes de emprender la huida, se llevó por delante con su coche a los vigilantes de seguridad que le perseguían. Podría tratarse de un suceso más si fuera un delincuente común, pero el ahora detenido resultó ser un miembro de La Manada. Agentes de la Policía Local de Sevilla, cuerpo adscrito a la Delegación de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores del Ayuntamiento, detuvo ayer a Ángel Boza, uno de los cinco condenados por abusar sexualmente de una joven en los Sanfermines de 2016 y que, desde el pasado mes de junio, se encuentra en libertad provisional.
En la tarde del pasado miércoles, agentes del Grupo Giralda (Policía Turística) de la Policía Local de Sevilla interceptaron en la sevillana avenida Menéndez Pelayo a Boza cuando conducía un vehículo y tras haber arremetido con su vehículo contra dos vigilantes de un centro comercial que le sorprendieron llevándose unas gafas de sol del establecimiento.
Tras el aviso de la dependienta del local, los agentes de seguridad privada persiguieron al posteriormente detenido hasta los aparcamientos del citado centro comercial, donde tenía estacionado su vehículo.
Lejos de atender las indicaciones de los vigilantes, acometió con su coche contra dos vigilantes, que resultaron lesionados y precisaron asistencia médica aunque, según las informaciones de la Policía Local, su estado no reviste gravedad.
Los responsables del centro comercial comunicaron lo ocurrido al Grupo Giralda de la Policía Local (Policía Turística) cuyos agentes localizaron el coche y al detenido circulando en las inmediaciones de los Jardines de Murillo, concretamente en la avenida Menéndez Pelayo de la capital. Se da la circunstancia de que el ahora detenido tiene en vigor una suspensión temporal del permiso de conducción por un juzgado de lo Penal de Sevilla, lo que supone la comisión además de un delito contra la seguridad vial.
Tras su arresto, Ángel Boza pasó a dependencias policiales para la práctica de las diligencias oportunas.
Esta no es la primera polémica que protagonizan los miembros de La Manada tras su puesta en libertad provisional. El guardia civil Antonio Manuel Guerrero tuvo que comparecer ante la Audiencia de Navarra el pasado mes de julio tras acudir a una comisaría para renovar su pasaporte pese a tener prohibida la salida del país.