Plantación en red
Los bosques son refugio de biodiversidad y de recursos naturales, espacios de ocio y esparcimiento, reguladores indispensable del ciclo del agua y elementos esenciales en la lucha contra el cambio climática. Aunque cada vez hay menos incendios, estos son más destructivos y las causas son variadas y evitables
Hoy la organización WWF realiza su tradicional Plantación en Red en diferentes puntos de España, entre ellos Doñana, para poner el acento en la importancia de los bosques y en la necesidad de mejorar su gestión.
Los bosques ocupan una superficie de unos 13,1 millones de hectáreas en toda España, lo que supone que una de cada cuatro hectáreas del territorio nacional son bosques. Aunque pueda parecer mucha extensión no es así, como indican desde la organización ecologista WWF-España que apunta que esta superficie es «apenas el 29 por ciento del espacio que podrían ocupar». El informe Bosques españoles: bosques que nos quedan y propuestas de WWF para su restauración señala que «aproximadamente la mitad de la superficie forestal española (unos 26 millones de hectáreas) está desarbolada y, de esta superficie, un 60 por ciento, sufre procesos de erosión hídrica grave o muy grave». Según este informe, Andalucía es una de las comunidades autónomas más afectadas junto con la Comunidad Valenciana y Murcia.
En contra de lo que podría pensarse las grandes amenazas del bosque español no son los incendios. O al menos no sólo lo es el fuego. La agricultura, la ganadería, las malas prácticas de explotación forestal, el desarrollo de cultivos forestales, la construcción de infraestructuras y la expansión urbanística son las actividades responsables de esta transformación del territorio, «dejándonos un paisaje forestal profundamente alterado». De poco sirven, según alertan desde WWF, que haya figuras de protección en los bosques que nos quedan –el 47,6 por ciento están incluido en espacios protegidos– ya que el informe del Gobierno español a la Comisión Europea de 2009 sobre el estado de conservación de los hábitats de la red Natura 2000, reconoce unas cifras muy alejadas del estado de conservación favorable.
Las cuentas se hacen mal en las administraciones para justificar la mejora de la superficie de bosques. Los Inventarios Forestales Nacionales en los que se basan los Gobiernos autonómicos apuntan la mejora aduciendo que cada vez hay una mayor cantidad de hectáreas de bosques, cuando donde tendría que ponerse el acento en en la calidad biológica de estos bosques. «Nuestros bosques están muy fraccionados, y se siguen fragmentando con nuevas vías de comunicación que impactan muy negativamente sobre su diversidad biológica», aclara el informe de WWF.
Los incendios forestales, que se podría pensar que suponen la principal amenaza del bosque, son en muchos casos la puntilla de unos espacios naturales que van en declive. De media, cada año arden 120.000 hectáreas, aproximadamente la mitad de las cuales son arboladas, dejando unos bosques mermados en calidad a pesar de que los inventarios nacionales reflejen un aumento de la superficie forestal.
«Además, tras numerosos siglos de transformación de la naturaleza y explotación de sus recursos, los bosques españoles han sufrido una reducción en su capacidad de regeneración natural y han sido reemplazados por estados menos maduros de la evolución del ecosistema, de menor calidad ecológica”, apunta el informe. Tal vez las dehesas sean uno de los ejemplos más llamativos de esa pérdida de hábitats.
El papel de la Administración no llega en muchos casos ni a ser papel mojado: Apenas el 13 por ciento de la superficie forestal cuenta con planes de gestión, prácticamente inexistentes también en los espacios de la red Natura 2000.
Hoy, WWF pone el acento en el papel fundamental de los bosques a través de una acción que cada año llevan a cabo voluntarios en todo el territorio nacional. La plantación en red alcanza este año su sexta edición y se consolida como una actividad de éxito en la concienciación social. La Sierra de Collserola en Barcelona, el Espacio Natural Doñana, el Parque Regional del Sureste de Madrid o el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel han sido algunos de los 12 espacios elegidos por los Grupos locales de voluntarios de WWF para celebrar la Plantación en Red 2016. La mayoría de ellos son lugares dónde WWF y sus Grupos locales desarrollan proyectos de restauración forestal, y se han plantado varios miles de árboles y arbustos de especies autóctonas.
El tema elegido este año han sido los incendios forestales ya que, dicen desde WWF que “no todos los bosques arden por igual: muchos incendios son el fruto de restauraciones forestales mal planteadas, por ejemplo, meras plantaciones de una sola especie sin gestión ni aprovechamientos”. Por eso, WWF defiende que “los incendios pueden apagarse 20 años antes de que se produzcan, promoviendo la restauración de bosques vivos y de paisajes diversos y rentables”. Y como el movimiento se demuestra andando, en WWF el apoyo a los bosques lo demuestran plantando árboles.