20.000 peregrinos en Consolación

Devotos de toda la provincia acuden a Utrera a pie o en vehículos a reencontrarse con la Patrona

08 sep 2018 / 21:04 h - Actualizado: 08 sep 2018 / 22:11 h.
"Religión","Tradiciones"
  • Peregrinos en el camarín de la Virgen de Consolación. / Fotos: V.C.
    Peregrinos en el camarín de la Virgen de Consolación. / Fotos: V.C.
  • 20.000 peregrinos en Consolación
  • 20.000 peregrinos en Consolación
  • Entrada del Rosario de la Aurora de Utrera.
    Entrada del Rosario de la Aurora de Utrera.

La jornada de peregrinaciones al santuario de Consolación de Utrera se saldó ayer, según los datos facilitados por Protección Civil, con más de 20.000 peregrinos entre los que lo hicieron a pie, algo más de 2.000, y quienes fueron en autobuses o vehículos particulares.

El paseo de Consolación fue testigo del continuo deambular de peregrinos que, en grupo o a nivel individual, quisieron acercarse a venerar a Patrona de Utrera, una tradición de la que dio fe de su existencia en el año 1624 el conocido historiador utrerano Rodrigo Caro.

Un total de 270 personas, entre agentes de la Guardia Civil, Policía Local, miembros de Protección Civil, servicios sanitarios, Bomberos y operarios municipales con 34 vehículos velaron por la seguridad en el dispositivo conjunto del llamado Plan Farolillo 2018 para atender, tanto la Feria de Utrera como la jornada de peregrinaciones en la que de forma específica participaron el Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil, la DGT, el servicio de carreteras de la Junta de Andalucía, Policía Local y voluntarios de Protección Civil.

Los grupos más numerosos de peregrinos llegaron de localidades como Los Palacios, El Coronil, Lebrija, Mairena y El Viso del Alcor, Dos Hermanas, El Arahal, Los Molares, El Palmar de Troya, Pinzón, Guadalema de los Quintero, Trajano, Puerto Serrano, Paradas, Morón y Montellano, entre otras.

Los más madrugadores en llegar fueron los de Los Palacios y Villafranca que en número con un grupo cercano a los tres centenares de peregrinos que han recorrido los cerca de 15 kilómetros de distancia que separan la Capilla de Nuestra Señora de los Ángeles de la localidad palaciega y el santuario utrerano. Antonio Martín, uno de los peregrinos de este grupo, explicó que salieron pasados algunos minutos de las nueve y cuarto de la noche y llegaron a tiempo para ser recibidos en la misa del santuario a las 12 de la noche. Según este peregrino, en Los Palacios «siempre lo hacemos por devoción y en este año, gracias a la buena temperatura fue algo más agradable que en otras ocasiones».

Uno de los momentos más destacados fue la llegada de la peregrinación de la pedanía utrerana de Trajano. La salida fue sobre las 12 de la noche de la carretera de Las Alcatarillas desde las ruinas conocidas como Castillo de Diego de Corrientes. Tras un largo deambular por los caminos que conducen a Consolación de Utrera y los problemas de ser una carretera muy estrecha no cortada al tráfico, los cerca de un centenar de peregrinos rindieron honores a la Virgen del barquito en la mano a las 4.30 horas cuando se celebró una solemne Eucaristía en la que fue bendecido por el párroco de esta pedanía, que realizó la peregrinación a pie, Plácido Díaz, el nuevo simpecado estrenado para la ocasión.

La alcaldesa pedánea de Trajano, que participó en el apoyo logístico a los peregrinos sirviendo café y agua y alimentos, aseguró haber sido la mejor peregrinación de los últimos años.

Otro de los momentos más esperados de la madruga en Consolación fue la llegada al filo de las 7 horas de la peregrinación de Los Molares, que con cerca de cuatro centenares de peregrinos que recorren a pie los más de 6 kilómetros que separan ambas localidades y otros muchos que lo hacen en autobuses o vehículos privados, fue una de las más numerosas.

Álvaro Utrera Jurado, miembro de la Asociación Parroquial Nuestra Señora de Fátima de Los Molares y director del coro, comenzó a peregrinar con 7 años y en este 2018 con 47 años lleva ya cuatro décadas sin faltar a la cita de la madrugada del 8 de septiembre en Utrera.

Álvaro explicó que este año la peregrinación ha sido especial y por ello ha sido más númerosa al cumplirse el 25 aniversario del simpecado de esta hermandad.

Los momentos más emotivos del peregrinar de Los Molares fueron la salida de la parroquia molareña, la llegada al Castillo de Los Molares, donde está el azulejo de la Virgen y se canta el Ángelus y todo el recorrido en sí con el acompañamiento del coro que lleva 35 años cantando.

Los más jóvenes de la peregrinación molareña fueron tres niños de 7 años, Raúl, Ana y Fátima, y el mayor un hombre de 74 años, que cubrió perfectamente a pie todo el recorrido.