‘Abejapi’, el pienso para abejas que disminuye su mortandad

Una empresa de Castilblanco de los Arroyos es pionera en fabricar compuestos alimenticios para estos insectos que aumentan el rendimiento de la colmena

21 ene 2018 / 21:46 h - Actualizado: 22 ene 2018 / 22:49 h.
"Empresa familiar"
  • La innovación es una constante y una máxima para la empresa castilblanqueña, que continúa trabajando en mejoras de su alimento. / F.J.D.
    La innovación es una constante y una máxima para la empresa castilblanqueña, que continúa trabajando en mejoras de su alimento. / F.J.D.

La alimentación de la abejas es una cuestión de la que depende no solo la producción de miel, sino la supervivencia de los insectos y su mayor resistencia ante plagas y enfermedades. La empresa Tecnologías Apícolas Castilblanco ha sido la pionera andaluza en el desarrollo de un alimento específico para abejas. Distribuido bajo el nombre comercial Abejapi, se trata un pienso que compensa las carencias naturales de alimentación en tiempos de menor floración con presencia ya en mercados nacionales e internacionales.

Es esta una cuestión capital que extraña a las personas sin conocimientos de apicultura. La estaciones de menor floración y la extracción de la miel para su comercialización dejan a las abejas sin alimento, que les ha de ser proporcionado de forma externa. Lo habitual es alimentarlas con agua y azúcar, lo que supone una alimentación insuficiente, y que repercute en la menor supervivencia de los insectos.

Los hermanos Francisco y Vicente Rodríguez Santos, junto con Santiago Cordero Pérez y Santiago Cordero Sánchez –tío y primo de los anteriores– están al frente de la empresa. Su intención, ante su experiencia al frente de una explotación profesional de más de 2.400 colmenas, era crear un compuesto que resultase similar a la miel y que pudiese suplir la alimentación de los animales en esos periodos donde ésta se veía mermada.

Aprovechando para ello los conocimientos del primero –químico de formación –, y la experiencia práctica de los tres apicultores profesionales, esta cuarta generación familiar dedicada a las abejas y la miel comenzó a trabajar en un pienso que compensara las carencias nutricionales. Así, producción e investigación han sido el sustento y el éxito de este producto, que ha permitido la creación de prototipos y estudios reales de su efecto, para entre pruebas y ensayos conseguir perfeccionarlo al nivel que hoy se comercializa.

Abejapi es un alimento completo y equillibrado, compuesto por fructosa, glucosa, sacarosa, vitaminas, proteínas y sales minerales. Con él se consigue alimentar a las abejas en periodos donde no pueden obtener nutrientes por otras vías. Su principal beneficio es que disminuye la mortandad en las colmenas, al estar mejor alimentadas. Aunque no tiene efectos medicinales, «si la abeja gracias al pienso está mejor nutrida, tendrá más defensa contra las plagas», explica Francisco. Como ejemplo, la varroa es un ácaro que se alimenta de la hemolinfa –la sangre– de la abeja. «Si una colmena está bien nutrida puede luchar mejor contra la plaga, aunque no la cure. Pero sí resiste mejor las infecciones o los ataques».

Por eso, de cara al apicultor, al morir menos insectos se conservan más colmenas, «lo que permite sacar más miel a final de la campaña», rentabilizando así el uso de este alimento procesado. Ante la problemática de la mortandad de las abejas también por factores externos –contaminación, cambio climático, reducción de la flora– se consigue paliar estos efectos devastadores a través de un producto que alimenta de forma óptima a las abejas.

Abejapi no es flor de un día, sino que es el resultado de un largo proceso de años investigando y perfeccionando prototipos con la comprobación directa de sus efectos en las abejas de la explotación, ubicada en la finca castilblanqueña El Huerto del Cura.

La innovación es una constante y una máxima para la empresa, que continúa trabajando en mejoras de su alimento, e investigando en diferentes gamas según las distintas necesidades. Así, en la actualidad Abejapi se comercializa en variantes diferenciadas, atendiendo a la época del año en que ha de suministrarse: «tenemos alimento para otoño, para invierno y para principio de primavera, antes de que arranque la floración», con lo que se completan las necesidades nutricionales de los insectos. Asequible para explotaciones apícolas de cualquier tamaño, puede adquirirse a granel, en depósitos de 1.200 kilos, o envasado en monodosis de un kilo, que se introducen en las colmenas. También tienen mercado en la comercialización de abejas reinas y enjambres: «de una colmena se saca un cuadro de cría y otro de alimento, y a partir de ahí se forma otra colmena nueva», explican.

La empresa se creó en 2015, con el empujón que supuso la concesión del prestigioso premio Cinco Nueves, de la Fundación Cobre Las Cruces. Curiosamente, el primero de estos premios fue otorgado a la quesería artesanal que comparte enclave con ésta. «Supuso un respaldo importante, porque nos brindó el reconocimiento del sector. El premio económico nos permitió introducirnos pronto en los mercados de toda España, saltando incluso a Portugal y Alemania».

La empresa emplea a seis personas. Produce y vende anualmente medio millón de kilos de alimento. Entre sus planes, además de seguir mejorando y creando nuevas gamas de producto, está la expansión a nuevos mercados como Francia o Italia. Permitiendo la mayor y mejor producción de un producto tan completo como la miel.