Acampada en la cárcel de Morón para denunciar su «insostenible situación»

La Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) insiste en la falta de personal de Sevilla II y lamenta las últimas agresiones que se han producido

María Montiel marmondua /
14 sep 2017 / 22:15 h - Actualizado: 14 sep 2017 / 22:16 h.
"Fuerzas de seguridad"
  • Acampada de Acaip a las puertas del centro penitenciario Sevilla II. / M.M.
    Acampada de Acaip a las puertas del centro penitenciario Sevilla II. / M.M.

Rozando los 40 grados y a las puertas de la prisión Sevilla II, la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) comenzaba ayer una acampada que durará dos días para protestar por la «caótica e insostenible» situación que se vive en las prisiones de España. A mediodía colocaban las tiendas y las sombrillas donde cobijarse en las horas de máximo calor. Justo delante del cartel con el nombre del centro, Acaip se concentraba bajo unas pancartas exigiendo la dimisión del secretario general de instituciones penitenciarias.

La delegada de Andalucía Oriental, María Trigo, continúa el montaje de las tiendas mientras va precisando las circunstancias de la prisión de Morón con «falta de personal, en torno a un 15 por ciento de la plantilla». Entre sus quejas principales, la masificación de los módulos, una cifra que ha bajado con respecto a años anteriores. Si bien destaca la gran cantidad de presos «en aislamiento y, por otro lado, internos con patologías con mentales bastante graves, algo que la plantilla no lleva bien».

Reseñan que en dos meses ha habido seis agresiones. En concreto, dos en aislamiento producidas por internos de primer grado. Como detalla María, «la primera fue un interno que se rebotó, tiró la bandeja y agredió a tres funcionarios y, la segunda, una persona que incendió la celda e incluso hubo que entrar a salvarle la vida, agrediendo también a tres funcionarios».

Ante estos casos recalcan su indefensión puesto que «no tenemos un protocolo de agresiones y estamos desprotegidos jurídicamente, ya que en el caso del incendio tienes que entrar tal y como estás porque si tienes que marcharte a por un equipo de intervenciones, la persona se muere y además sabes que vas a entrar y te va a agredir. Pero tienes que salvarle la vida sí o sí».

Por ello, denuncian la falta de «personal y medios, uniéndose también falta de formación, puesto que los cursos de defensa personal llevan sin darse dos o tres años y cuando se realizan es para 25 personas, aunque la plantilla está conformada por 500». Piden que los cursos se realicen continuamente para saber «cómo evitar una agresión en el caso de un enfrentamiento».

El centro penitenciario no ha querido hacer declaraciones al respecto pero, más allá de la situación particular de Morón, Acaip exige una oferta de empleo público que cubra las necesidades reales de todas las cárceles en España –que sería en torno a 3.500 funcionarios de prisiones– y que se abran 50 los módulos que hay cerrados «puesto que es lo mismo trabajar en un módulo con 110 internos que en uno con 50».

Francisco Macero, secretario de organización del sindicato, matizaba que esta acción se engloba dentro de una campaña que comenzaron en marzo por «la situación caótica que se vive en instituciones penitenciarias». Iniciaron un calendario de movilizaciones con concentraciones, posteriormente una campaña informando a los ciudadanos y repartiendo chorizos en las subdelegaciones, así como una donación de sangre, para pasar ahora a las acampadas en algunos centros.

Concretamente, esta última acción está vinculada a los centros «donde hay más funcionarios que llevan muchos años sin poder acercarse a su provincia de origen porque la dirección general no ha sacado concurso de traslados». Según detalla Macero, este concurso era convocado anualmente, sin embargo, no ha sido así en los últimos tiempos. De hecho, explica que, en Morón, «hay trabajadores que llegaron en prácticas cuando se abrió, siendo este su primer destino y aún continúan aquí; además con un horario de lunes a viernes que no permite la flexibilización de poder tener varios días libres».

Desde Acaip se lamentan también de la «la situación de Archidona y Ceuta, ya que estamos pendientes de su apertura, lo que permitirá que más de 1.000 funcionarios se acerquen a su lugar de origen». No obstante, sigue sin «hacerse los trámites para aprobar la RPT de ambas prisiones y sin saberse cuando se va a abrir porque no nos dicen nada». Ante la imposibilidad de su marcha a casa por la lejanía de su lugar de origen se van a quedar «unos días, a ver si alguien se apiada de nosotros y se sienta a negociar con los sindicatos las necesidades que hay en prisiones, principalmente de personal».