Agro Sevilla conmemora 40 años en plena batalla por la aceituna negra

El litigio con EEUU por las acusaciones de ‘dumping’ se cobra un 15% de la producción y 50 puestos de trabajo. La cooperativa teme que la pérdida de empleo pueda afectar a 100 personas

28 may 2018 / 21:08 h - Actualizado: 28 may 2018 / 23:00 h.
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  • El director general de Agro Sevilla, José Ignacio Montaño; el alcalde de La Roda, Fidel Romero; el consejero de Agricultura, Rodrigo Sánchez Haro; el presidente de la cooperativa, Gabriel Redondo; la directora general de Industrias y Cadena Agroalimentaria, Rosa Isabel Ríos; y el delegado territorial de Agricultura en Sevilla, Segundo Benítez. / El Correo
    El director general de Agro Sevilla, José Ignacio Montaño; el alcalde de La Roda, Fidel Romero; el consejero de Agricultura, Rodrigo Sánchez Haro; el presidente de la cooperativa, Gabriel Redondo; la directora general de Industrias y Cadena Agroalimentaria, Rosa Isabel Ríos; y el delegado territorial de Agricultura en Sevilla, Segundo Benítez. / El Correo

El litigio de la aceituna negra con el Gobierno de Estados Unidos no ha sido capaz de aguar la celebración de los 40 años de Agro Sevilla. Sí empañarla. La cooperativa líder en producción y exportación de aceituna de mesa ha hecho este lunes un impasse para conmemorar estas cuatro décadas de trabajo y «milagro». Eso sí, sin perder la oportunidad de hacer patente la «inquietud» y «malestar» por los aranceles estadounidenses, dado que la caída del 40 por ciento de las exportaciones al mercado de Estados Unidos se ha traducido en Agro Sevilla en una merma de la producción del 15 por ciento, así como en pérdida del empleo.

Rodeado de los agricultores «curtidos en la sequía y forjados por la incertidumbre de las cosechas», el presidente de Agro Sevilla, Gabriel Roldán, ha destacado la visión que tuvieron aquellos agricultores que, «pensando en revertir la pésima situación de la aceituna», consiguieron darle un doble valor al producto y crear demanda de aceituna negra. Esta entidad «pionera» ha conseguido ser «ejemplo de éxito y de superación de los fracasos». Lo ha hecho a través de la innovación, «cambiando el pensamiento de partida», abriéndose a nuevos mercados y formas de consumo «con flexibilidad en la fabricación, empatía con las culturas culinarias y mucho desarrollo e investigación», ha señalado Redondo.

Con ese mismo espíritu y la unión (de agricultores, industriales y administraciones), el presidente de esta cooperativa pide plantar cara a la afrenta de Estados Unidos hacia la aceituna negra española. Un mercado que absorbe el 25 por ciento de su producción. En opinión de Redondo, Europa tiene que «asumir» el papel de abogado defensor y parar el «capricho» de Donald Trump. Sobre todo porque las expectativas no son buenas. Redondo da «por perdida» la batalla porque «la Comisión de Comercio Internacional (ITC en sus siglas en inglés) –que investiga las ayudas denunciadas por las empresas californianas– está formada por políticos». Constituida por seis personas, en la última vista (que tuvo lugar la semana pasada) sólo se presentaron cuatro, «dos de ellos a favor de las empresas californianas». Según el presidente de la cooperativa, los otros dos sí mostraron cierta reserva sobre las «acusaciones infundadas».

Las empresas californianas denunciantes argumentan –según Redondo– que las empresas españolas no tienen un margen comercial razonable. Sin embargo, «la realidad es que trabajan con «márgenes mínimos», concretamente del dos por ciento. Y es que, la principal preocupación de Agro Sevilla es «dar estabilidad al agricultor», recalca el presidente de la entidad.

Los aranceles a la aceituna negra ya han tenido múltiples efectos en el quehacer diario de Agro Sevilla. No sólo en cuanto a la pérdida de contratos. La producción ha descendido, el beneficio tiende a la baja, la inversión de dos millones en las instalaciones que no termina de rentabilizar y han dejado de fabricar productos destinados al mercado americano –como la lata de aceituna negra troceada de 120 gramos–. Además, la cooperativa se ha visto obligada a prescindir de 50 trabajadores eventuales, una pérdida que podría ser mayor, y alcanzar a un centenar de trabajadores –hasta reducir la plantilla a 350 empleados–, que se verían inmersos en un expediente de regulación de empleo, y reducir de tres a dos los turnos de trabajo. Asimismo podría implicar la desaparición de Agro Sevilla USA, la compañía del grupo responsable de la importación de la aceituna en el país.

Pierden los agricultores sevillanos y el consumidor estadounidense. Porque, mientras tanto, Estados Unidos sigue importando aceituna, sin cargas arancelarias de otros países, principalmente de Egipto. Una producción que «no compite con las mismas reglas del juego porque no tiene las garantías alimentarias, ni soporta las mismas cargas salariales», ha matizado Redondo.

A pesar del mal trago que está pasando Agro Sevilla –así como otras empresas del sector– , el consejero de Agricultura, Rodrigo Sánchez Haro, ha felicitado a la entidad por la «madurez y fortaleza» obtenidas a través de la «integración cooperativa y la internacionalización». Motivos suficientes para «apoyarla de forma prioritaria» con el reconocimiento de Entidad Asociativa Prioritaria de Andalucía (EAPA), que Sánchez Haro le ha entregado en el acto. Un título que le da preferencia a la hora de optar a ayudas para la modernización y comercialización del sector, así como para «afrontar los retos que tienen por delante», como «la apertura de nuevos mercados o el aumento del poder de negociación dentro de la cadena de valor», entre otros.

El titular de Agricultura ha aprovechado la cita para ser tajante en mostrar su apoyo a las empresas ante el litigio estadounidense. Además, ha lanzado un mensaje al Gobierno central y a la Unión Europea en el que ha destacado que es el momento clave para hacer, entre todos, «la presión diplomática necesaria para que no se cometa esta injusticia» con el sector aceitunero.

Impulso económico

El apoyo de La Roda de Andalucía ha sido fundamental para el desarrollo de esta cooperativa. Una relación de mutuo beneficio, dado que la renta media de este municipio de la Sierra Sur es «de 17.000 euros, frente a los 10.000 de otros pueblos de la comarca, gracias a la aceituna», ha enfatizado el alcalde rodense, Fidel Romero. También contribuye al empleo: mientras que en municipios vecinos la tasa de paro supera el 30 por ciento, en éste es del 19 por ciento.

Romero conoce bien el sector, pues confiesa sin pudor que su «puerta giratoria» da a una empresa que provee a las cooperativas olivareras. Por ello, desde el Ayuntamiento que gestiona impulsó una moción, que ha compartido con los municipios vecinos, «para unir esfuerzos contra la afrenta de Donald Trump».