‘Al Cante en la Escuela’ acaba para repetir

El programa escolar de Mairena del Alcor concluye con una actuación en el Teatro de la Villa del Conocimiento

Alberto Guillén Aguillenito /
19 jun 2018 / 21:47 h - Actualizado: 19 jun 2018 / 21:51 h.
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  • Escolares de Mairena del Alcor, en la clausura de Al Cante en la Escuela. / A.G.
    Escolares de Mairena del Alcor, en la clausura de Al Cante en la Escuela. / A.G.

Más de 400 escolares de los siete centros de educación Infantil y Primaria de Mairena del Alcor se dieron cita en el mediodía de ayer en el Teatro de la Villa del Conocimiento y las Artes de la localidad para asistir a una actuación especial que servía como broche final al programa pedagógico Al cante en la Escuela, que a lo largo del ya casi terminado curso escolar ha pasado por las clases de sexto de Primaria de todos los colegios maireneros. Sobre las tablas se daban cita el cantaor y profesor universitario, José Manuel Castillo, el guitarrista Liborio Sosa, los también cantaores Manuel Madroñal Solís y Juan Domínguez Castulo, y las bailaoras Alba Serrano y Anabel Lozano.

La actuación comenzó poco después de las 12.30 horas, con un patio de butacas exultante y alborotado. Fue el alcalde de Mairena del Alcor, Ricardo Sánchez, quien compareció junto a la delegada de Cultura, Gloria Guillén, el encargado de dirigir unas palabras a modo de bienvenida a los escolares. Sánchez destacó que es «verdaderamente importante que las niñas y niños maireneros conozcan nuestro legado cultural para que de ese modo puedan apreciarlo como algo singular propio de Mairena, que es digno de proteger y de difundir». Asimismo, el regidor mairenero, incidió en que «iniciativas como esta son fundamentales para crear conciencia en los más pequeños de esa joya que atesoramos como patrimonio inmaterial, el arte flamenco (cante, toque y baile), para de esa forma darle proyección hacia el futuro».

Tras las palabras de Sánchez, Castillo abrió la lata de los cantes con una rumba por tangos que empezó a sacar los primeros olés de los aficionados infantiles. De seguido una farruca que Alba Serrano terminó bailando magistralmente en el centro del escenario. Así se dio paso al segundo de los cantaores, Juan Domínguez Castulo, que comenzó por una muy aplaudida soleá, a cuyo término se alcanzó uno de los momentos más divertidos, con medio teatro vitoreando al artista mairenero por su apodo «¡Castulo, Castulo, Castulo!» Y enseguida, no sin reírse y agradecer a los infantes el cariño, se arrancó con unos tangos de Alcalá. Manuel Madroñal Solís cogió la vez cantando por sevillanas, bailadas por Serrano y Lozano con suma gracia, a las que siguieron dos rumbas también muy aplaudidas y por momentos coreadas por muchos niños. Castillo, volvió a ponerse ante el micrófono para cantar unas alegrías que supusieron el fin de la actuación.

Al mismo tiempo que se encendían las luces y los artistas se juntaban frente al escenario, todos los escolares en pie hacían palmas y festejaban como si fuera otro fin de curso. Es la alegría que concuerda con el balance «más que positivo», que declaró posteriormente José Manuel Castillo. El cantaor y profesor, se mostró «muy satisfecho» por una segunda edición «que ha ido todavía mucho mejor que la del año pasado. Los niños van cogiendo más la onda, muchos ya han escuchado flamenco en casa o lo conocen por televisión o radio y enseguida se animan a hacer compás y a seguirnos».

José Manuel Castillo quiso también reconocer la labor de sus compañeros que, junto a Manuel Domínguez Castulo, que también participó en el ciclo, aunque ayer no pudo sumarse por motivos laborales» a los que reconoció «un gran trabajo, tanto en la visita a los coles, como en el teatro».

Al Cante en la Escuela, que es una iniciativa de la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Mairena del Alcor, se consolida por tanto y aunque todavía no ha confirmado más datos, ya se prepara para una tercera edición, que en palabras de Castillo, «no tiene fechas ni estructura oficial, pero que va a volver a repetirse el año que viene seguro».

El cantaor mairenero defiende «la necesidad de que sigamos trabajando con los niños, porque le estamos enseñando a conocer y amar su propia cultura».