Al patrimonio de Carmona se le cruzan los cables

El cableado mal colocado y a la vista de todos en las calles ya es motivo de las quejas vecinales

Ezequiel García ezegarcia85 /
25 feb 2018 / 21:47 h - Actualizado: 25 feb 2018 / 21:48 h.
  • Un enorme poste con un rollo de cableado asoma al final de la calle Doctor Fleming. / E.G.
    Un enorme poste con un rollo de cableado asoma al final de la calle Doctor Fleming. / E.G.
  • Otra estampa de los ‘adornos’ eléctricos junto a las viviendas.
    Otra estampa de los ‘adornos’ eléctricos junto a las viviendas.
  • Los vecinos se quejan de los cables afeando las calles carmonenses.
    Los vecinos se quejan de los cables afeando las calles carmonenses.

Es el precio del progreso. Carmona afronta una nueva modernización, la de la fibra óptica, con un problema plausible, sobre todo, en los barrios de extramuros de la ciudad. Durante décadas, las empresas de suministro eléctrico, telefónico o de televisión colocaban los cables por fachadas sin filtro alguno, cruzando calles o carreteras provocando grandes nudos que afean el impresionante paisaje urbano de la que aspira, en un futuro, ser Patrimonio de la Humanidad.

Durante la época de Sebastián Martín Recio como alcalde de la ciudad, se realizaron algunas mejoras en cuanto a contaminación visual se refiere, sobre todo en calles del casco antiguo. Aprovechando el nuevo adoquinado de calles y plazas, el Consistorio de entonces soterró algunos cables que afeaban la visión de zonas monumentales como la Iglesia de San Felipe, la cual, actualmente, sigue estando muy afectada por presentar, en la calle homónima hasta seis cruces de cableado con tensores de acero. Igual ocurre en la calle Prim, única vía peatonal de la ciudad –no respetada por la población que aparca coches a pesar de ser de tránsito exclusivo de personas–, que tiene una visión única de la torre de la iglesia de Santa María y la Plaza de San Fernando.

La situación se hace más patente en el ensanche de la ciudad, alejado del centro histórico. Al no ser zonas recogidas en el Plan Especial de Protección del Patrimonio Histórico, con el sí de los vecinos, las empresas instaladoras colocan cables para dar servicio de fibra óptica a gran velocidad o suministrar luz a las nuevas viviendas. En algunos casos, como en la calle Anfiteatro o Fuentes de Andalucía, aún existen postes de madera en mitad de las aceras que dificultan el paso a personas con movilidad reducida. «Es increíble que en pleno siglo XXI tengamos que soportar tener cableado y postes en mitad de una acera cuando se podría hacer subterráneo, como hacen en otras ciudades», afirma María, mujer de avanzada edad de la zona que critica que las empresas «prefieran ahorrarse los costes dejando las fachadas horrorosamente feas y, a veces, sin tensar cables disimulando su instalación».

Ejemplo de previsión es la urbanización La Giraldilla, situada en la zona de la Carretera Vieja. Su construcción a principios de siglo previó que el progreso llegaría en forma de nuevo cableado. «Todo va por debajo de tierra, incluido el suministro eléctrico. Es algo que se agradece pues, a pesar de no estar en el centro histórico, a la hora de pintar o limpiar una fachada es mucho más cómodo, al igual que para los técnicos cuando vienen a arreglar cualquier incidencia, ya que tienen cajas de registro subterráneas», afirma Susana, vecina de una de las calles de dicho conjunto de viviendas.

Otro ejemplo de descuido por parte de las empresas ocurre en la calle San Antón, la cuál, en su remodelación, se habilitaron nodos para el cableado subterráneo. Sin embargo, varios cables cruzan la calle de acera a acera, incluso manteniendo postes de madera prehistóricos más propio de otras décadas.

Desde la delegación de Urbanismo, informan que «si un ciudadano se niega a que un cable pase por su fachada, la empresa no puede colocar ningún tipo de cable». Asimismo, indican que «si, actualmente, el dueño cree que por su fachada pasan demasiados cables o tensores de acero, puede requerir a las compañías su retirada mediante un escrito». Añaden desde Urbanismo que «la forma en la que se actúa es hacer requerimientos a las compañías previa denuncia de particulares». Inciden en que únicamente en las zonas del Plan Especial (casco antiguo y arrabal) existe protección, consistente en la no colocación de más cableado.

De hecho, la instalación de la fibra óptica por parte de las compañías va con retraso en estos lugares protegidos. La única opción posible será mediante microzanjas subterráneas a ras de las fachadas pendientes de asignación y acuerdo plenario.

En abril del año pasado, el Consistorio realizó labores de grapado de cables en calle Real que afectaban a varias fachadas, incluso requirió a empresas de telecomunicaciones que retiraran cableado obsoleto y en desuso, si bien no soterró nada, aunque insisten fuentes municipales en que «continuamente instamos a las empresas a que, en extramuros, dejen el cableado lo mejor posible».