-
En el Aljarafe, es posible conocer un marco incomparable como el del Corredor Verde del Guadiamar. / Centro Ecuestre Román Romero -
Los corceles sevillanos son de gran belleza. / Yeguada Las Almentas
Poco territorio hay en la provincia de Sevilla que no posea algún tipo de vinculación con el caballo, teniendo en cuenta que, desde la más remota antigüedad, este animal es uno de los símbolos que distingue su paisaje por su presencia en muchas de las comarcas que la conforman.
Por eso, alrededor de su figura hay todo un universo por descubrir y toda una actividad socioeconómica y cultural por desarrollar, al calor de la cual han surgido decenas de empresas que ofrecen distintos productos con los que poder disfrutar de uno de los activos más importantes de esta tierra, entre los que se encuentran centros y clubs hípicos, ganaderías de Pura Raza Española, importantes museos, exhibiciones y artesanía o empresas organizadoras de rutas y paseos a caballo.
Para facilitar el acceso a estos recursos, destinados a un público muy heterogéneo y con precios adaptados a todos los bolsillos, la Diputación de Sevilla editó en 2013 el Catálogo de Productos de Turismo Ecuestre de la provincia de Sevilla, con el «claro objetivo de unificar e integrar a las empresas y recursos turísticos de calidad vinculados con el caballo y apoyando al sector empresarial en la promoción y comercialización de su oferta», tal y como señala en la presentación de la publicación el presidente de la institución provincia, Fernando Rodríguez Villalobos. Así, distribuidas en las comarcas del Aljarafe, la Campiña, Guadalquivir-Doñana, Sierra Norte, Sierra Sur y Vía de la Plata, en el catálogo se describen un sinfín de posibilidades para practicar el turismo ecuestre.
En el Aljarafe, existen opciones para cabalgar solo una jornada o varias. Si el visitante opta por pernoctar, desde el Centro Ecuestre Europa Equitación se propone tres días a caballo descubriendo los paisajes y cultura de la comarca, partiendo desde la cornisa del Aljarafe y llegando a El Rocío y pasando por Benacazón, Aznalcázar, el Corredor Verde del Guadiamar, la Raya Real, el Palacio del Rey y la Ermita de la Virgen del Rocío. Esta ruta está disponible entre marzo y octubre.
Pero si solo se dispone de un día de ocio, una buena elección sería un paseo caballo dirigido por guías ecuestres desde el Centro Ecuestre Román Romero por el Corredor Verde del Guadiamar, combinándolo con una visita a las Bodegas Salado que incluiría degustaciones y almuerzo en la propia bodega. Aunque esta ruta se puede realizar durante todo el año, se recomienda entre octubre y mayo.
Sin duda, esta comarca es la más prolífica de todas en lo que a turismo ecuestre se refiere, dado que engloba a Écija y a Osuna, en las que se concentran la gran mayoría de rutas de La Campiña. En este territorio, además, casi todas las opciones son de varias jornadas, e incluso algunas incorporan formación en la materia.
La vinculación de la localidad ecijana con el caballo radica en la cría de los pura sangre españoles. Por eso, entre los productos que se ofertan en la guía se encuentran espectáculos ecuestres y visitas a las yeguadas Cárdenas y Aquilino Moya. Pero también hay espacio para trotar y galopar por sus paisajes gracias a las rutas Écija, ciudad del caballo; Córdoba-Écija por la Vía Verde; Córdoba-Palma del Río-Écija; De Sevilla a Écija a caballo; y a la que engancha con el otro municipio que aprovecha al máximo el atractivo equino:Osuna. Aquí, el turista puede elegir entre productos como De Osuna a Ronda a caballo; ruta hípica a las lagunas de Osuna; ruta hípica Cerros de la Gomera de Osuna; cacerías a caballo en Osuna; el caballo de la Osuna ducal o toros y caballos en la Osuna rural.
Asimismo, gracias al turismo ecuestre es posible conocer la Ruta de los Cortijos del Bajo Guadalquivir y Campiña Sevillana, en la que el el turista disfrutará de algunos de los Cortijos andaluces de mayor solera, a la vez que podrá pasear a caballo por dos de los paisajes más singulares de la provincia de Sevilla, los que conforman el Bajo Guadalquivir y la Campiña Sevillana, transitando por una ruta homologada por la Real Federación Hípica Española en el marco de la Red Europea de Posadas Ecuestres.
Conocer un marco incomparable como el de esta zona de la provincia a lomos de un corcel es, sin duda, un placer para los sentidos gracias, entre otros, a la diversidad de la fauna que en ella habita. En este sentido, una de las rutas estrella de esta comarca es la del Pato Real, en la que en tan solo un día el turista podrá descubrir lugares como la Reserva Natural Cañada de los Pájaros, en La Puebla del Río, una de las reservas más importantes de aves acuáticas de España, o la Dehesa de Abajo, un espacio protegido de gran interés por sus valores naturales formado por tres espacios muy diferentes: la marisma inundable, el bosque de acebuches, y la zona de pinar.
Estas tierras también son el hábitat del lince ibérico, de ahí que una de los productos recogidos en la guía sea Dominios del lince, una ruta «mágica», ya que se puede seguir el Camino del Rocío que hacen hermandades como la de Coria del Río, atravesando una representación de los sistemas naturales y paisajísticos del Aljarafe y Doñana. Discurre por enclaves de elevado valor ecológico como pinares de pino piñonero, dehesas de acebuche, dehesas de encinas y alcornocal, por donde el lince ibérico tiene su área de expansión desde Doñana.
Y como en el Bajo Guadalquivir también hay lugar para los buenos caldos, la ruta Caballos y vinos de calidad, una oportunidad única para descubrir de manera conjunta la Yeguada las Arenas, donde se crían pura raza española, con una visita a las bodegas González Palacios, con vinos premiados en todo el mundo, incluyendo una cata guiada por experto.
Una de los productos más completos de esta comarca es la que ofrece la Yeguada Las Almentas, sobre todo por la cantidad de lugares que se pueden conocer en los 4 días de duración del paquete turístico. Porque además de las instalaciones que ofrece la propia empresa –yeguada, museo del carruaje, picadero de exhibición o pista de enganche, el turista que se decida por esta ruta también hará parada en el Parque Natural Sierra Norte, en las destilerías de anisados de la zona, en el Monasterio de la Cartuja de Cazalla de la Sierra, en la Ermita de Nuestra Señora del Monte, en las riberas naturales y en las minas romanas de Cerro del Hierro.
También la zona tiene opciones para quien tenga un caballo. Tu caballo contigo permite pasar días inolvidables acompañado de su propio equino, visualizando montado en su lomo, a través de paradisiacos miradores, la vasta naturaleza del lugar, realizando rutas guiadas, rutas libres, y con la atención, pupilaje y alojamiento para el caballo y su dueño. Sin necesidad de pernoctar, en la Sierra Norte también se puede optar por las rutas ecuestres del Cerro del Hierro, Robaperas, o del Camino Viejo.
La Vía Verde de la Sierra reconocida como una de las mejores de Europa, es un lugar idóneo para conocer a caballo. No en vano, esta ruta permite divisar los paisajes de Coripe, Pruna, Puerto Serrano, el Peñón Zaframagón, la Estación de la Navagrulla, la Sierra de Líjar y la aldea La Muela.
Esta comarca es, además, tierra de bandoleros y de manjares como el mantecado, lo que ha dado lugar a un producto que engloba ambos atractivos. Dos días, por tanto, para descubrir Estepa, cuna del mantecado y ciudad rodeada de sierras de gran interés y diversidad paisajística. El visitante podrá también adentrarse en las bellas Sierras de Estepa y Gilena, que albergaban antiguamente famosos bandoleros.
No por ser la comarca que menos opciones turísticas presenta tiene menos valor. Comenzando por El Castillo de las Guardas, el visitante puede disfrutar de una Experiencia ecuestre por la dehesa, atravesando las 300 hectáreas de la Finca Santa María, ubicada en el municipio castillero.
La oferta de la Vía de la Plata se completa con una experiencia gastronómica, cultural y taurina desde el prisma del mundo del caballo y con el producto Acoso y derribo, una faena del campo, consistente en una persecución a caballo del toro, que termina con el derribo de la res para a continuación calibrar su reacción, y probar si será o no apto para la lidia.