El Ayuntamiento de Villamanrique de la Condesa está en alerta ante el problema que sufre la localidad desde hace varios meses por la ocupación ilegal de viviendas que no se pudieron vender a causa de la crisis. La situación se está haciendo bastante incómoda por los problemas de convivencia que se están detectando entre los vecinos que habitan legalmente sus viviendas y los que las han ocupado por la fuerza.
Pero, a pesar de ello, el Consistorio puede hacer muy poco o nada por echar a los intrusos de la casas. La alcaldesa en funciones, Susana Garrido (PSOE), explica que los propietarios de las viviendas, principalmente entidades financieras, son las que tienen que actuar y denunciar estas ocupaciones, algo que, según Garrido, no está sucediendo.
Ante esta problemática, a finales de junio, se convocó una junta local de seguridad para debatir sobre la situación, a la que asistió la subdelegada del Gobierno central, Felisa Panadero. En este encuentro se acordó que tanto la Guardia Civil como la Policía Local incrementasen la vigilancia en la zona. Pero, según recalca la alcaldesa en funciones, poco más se puede hacer «porque ni la Policía Local ni la Guardia Civil pueden echar a los ocupas de las casas sin una orden judicial».
Con esta mayor presencia policial se busca poner fin a la situación de inseguridad que se vive en este punto de Villamanrique de la Condesa: la ronda de Tartessos y la avenida 28 de Febrero. En esta zona, se construyeron 103 viviendas, de las cuales prácticamente la mitad están sin vender y sin habitar.
Garrido evita dar una cifra de las casas que actualmente están ocupadas ilegalmente, porque afirma que el número suele ser variable, a lo que se une que las familias también van cambiando. Asegura que todas ellas son de fuera de la localidad, aunque no sabe de dónde, y que son españolas.
El Ayuntamiento, junto con la empresa de electricidad, también está impidiendo que estas personas enganchen ilegalmente la luz, y cada vez que reciben una denuncia al respecto se actúa y se les corta el suministro, asegura.
Lo que sí se está haciendo, según Garrido, es evitar el absentismo escolar de los menores de estas familias, «algo que ya está controlado y a lo que se presta mucha atención», asegura.
Una afirmación que no comparte el concejal del PP en el Ayuntamiento de Villamanrique de la Condesa Antonio Casado. Reclama al Ayuntamiento que trabaje más en la zona controlando el absentismo escolar de los niños y las condiciones de salubridad en las que viven esas familias. Casado afirma que viven rodeados de basura, «lo que puede acarrear problemas sanitarios».
En este sentido, señala que el Consistorio puede exigir a estas personas que cumplan la ordenanza municipal sobre solares, que exige a los vecinos que los mantengan limpios. Este edil popular también se queja porque desde que están estas personas en el municipio se están produciendo pequeños hurtos. Asimismo, señala que estos ciudadanos se han llevado puertas, ventanas, sanitarios y cableado de las viviendas, dejándolas destrozadas. Este comportamiento, a lo que se une que «son bastante ruidosos», está causando, alerta Casado, que se está deteriorando mucho la convivencia en la zona.
El PP tiene contabilizadas actualmente cinco viviendas ocupadas ilegalmente, pero afirma que ha habido épocas en las que había hasta media docena de casas asaltadas. Teme que con la temporada de la recogida de la aceituna se ocupen muchas más viviendas y el problema de convivencia se incremente. Por ello, reclama al Ayuntamiento que actúe con más contundencia, «porque el problema se le ha ido de las manos».
Insiste en que el Consistorio tiene que actuar de oficio y trasladar el problema a la Justicia, para evitar que el problema vaya a más y la situación empeore. «El comportamiento de estos ocupas no tiene que afectar a los vecinos del entorno», remacha el edil del PP.