Habría que remontarse siglos atrás para encontrar el origen de la actividad panadera en Alcalá de Guadaíra y de su esplendor e importancia queda un apelativo, todavía a veces referido por alguno y muy presente en la mente de informadores de larga memoria: Alcalá de los Panaderos. Era todavía Sevilla el centro del mundo y puerta de América, cuando cientos de alcalareños llegaban a la capital cargando sus bestias con el rico manjar que alimentaba a toda una metrópoli. De su calidad y fama quedan testimonio incluso en letras flamencas y fue tal su arraigo en Alcalá que se ha quedado como una de sus señas de identidad.
Con la intención de recuperar aquel esplendor panadero de la localidad alcoreña, y coincidiendo con la celebración del Día Internacional del Pan, fijada el 15 de octubre, la Asociación de Panaderos de Alcalá, con la colaboración del Ayuntamiento, diseñaron un completo programa de actividades especialmente dedicado a los pequeños de la casa y que ha reunido en torno a un millar de personas durante la mañana de este domingo.
La ubicación escogida, como no podía ser de otra forma, es el edificio de la antigua harinera, hoy reconvertida en oficina de turismo, y en cuyas instalaciones se acoge la oficina de interpretación y el Museo del Pan. El edificio recibió a sus visitantes de este domingo con un generoso estante ubicado junto a la puerta, en el que amorosamente dispuestos en cestas y platos, cientos de piezas de pan, desde bollos, medias o las famosas roscas, daban cuenta de la rica variedad del manjar alcalareño.
Apenas a unos metros, en el mismo mostrador, el personal indica a los muchos visitantes el punto de partida para una de las actividades, la visita a la antigua harinera, antaño una de las más importantes de la provincia de Sevilla, por cuyas instalaciones, se va explicando el proceso de elaboración, desde el tratamiento del grano de trigo, el amasado y el horneado.
En un aula, tiene lugar mientras otra de las actividades, «el microtaller del pan», donde padres e hijos atienden atentos a las explicaciones de Eulogio y Enrique, los dos maestros artesanos encargados de impartirlo. Como Carmen y José Luis, los dos alcareños y padres de Lucía, una niña de cuatro años que asiste embobada desde primera fila cómo estos panaderos manipulan la masa. La niña se lo pasa bomba, explican, «y es bonito que vea cómo se ha hecho durante tantos años el pan y la importancia que tiene para Alcalá». A pocos metros, en otra sala contigua, casi una veintena de niños, en su mayoría sentados en el suelo, forman un corro alrededor del cuentacuentos, en torno al pan, no podía ser de otra forma, y dan muestras de verdadero divertimento. Los padres, apostados en última fila graban con sus teléfonos y no pierden detalles.
Todavía queda más. Saliendo del edifico por el camino que lleva a la bella ribera del Guadaíra, se encuentra el photocall «El mundo del pan», donde, nos explican, «se da la oportunidad a niños y padres de descubrir jugando al panadero y su mulo con los diferentes tipos de pan que se hornean desde antaño en Alcalá». Y bajando por el sendero entre los pinos se llega a la última de las actividades, que tiene lugar en uno de los puntos simbólicos para el pan de Alcalá, el Molino del Algarrobo. Allí, ante la puerta del restaurado molino, el morisco Al-Mialem, recibe a los visitantes y da comienzo una visita teatralizada en la que explica entre juegos y datos cómo funcionaban los molinos de pan allá por el siglo XV.
Tanto la Asociación de Panaderos de Alcalá como el Ayuntamiento, han hecho un balance más que positivo de la jornada, cuya asistencia total valoran en torno a las mil personas. Asimismo, indican, el éxito obtenido «permitirá el desarrollo de nuevas iniciativas y propuestas con el objetivo de que el Pan de Alcalá esté presente cada vez en más hogares del país y que esta industria se convierta en uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad».
El Consistorio, además, asegura que esta apuesta decidida por recuperar el esplendor de esta tradición panadera se llevarán al pleno de la Corporación Municipal para materializar dicho apoyo y adelantan que se va a trabajar con la Asociación de Panaderos para la instalación permanente de este tipo de talleres en el edificio de la Harinera durante todo el año