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Aljarafesa destinará 108 millones en cuatro años en renovar la red de agua

La empresa inyecta más dinero a su plan social para garantizar el agua a 20.000 aljarafeños sin recursos. El nuevo reto es mejorar la presión del agua

Iñaki Alonso @alonsopons /
21 mar 2018 / 18:34 h - Actualizado: 21 mar 2018 / 22:59 h.
"Infraestructuras","Aljarafesa","Fernando Rodríguez Villalobos"
  • Pedro Rodríguez y Fernando Rodríguez Villalobos presentaron ayer el plan de inversiones 2018-2021 / El Correo
    Pedro Rodríguez y Fernando Rodríguez Villalobos presentaron ayer el plan de inversiones 2018-2021 / El Correo

Aljarafesa está en tiempo de bonanza. Y no es por las últimas lluvias, que permiten a los 29 municipios aljarafeños –30 cuando se incorpore, en breve, Isla Mayor, que ha cursado su petición vía pleno– gozar de un lustro de suministro de agua garantizado. La razón es que, gracias a ser una hormiguita en su gestión en tiempos de crisis, ahora goza de «músculo necesario» para apretar el acelerador en la inversor hasta el punto de que la 141 calles y los 40 kilómetros de redes intervenidas en 2017 se queden pequeñas.

Aljarafesa anunció a bombo y platillo una lluvia, pero de millones. En concreto, se destinarán 108 millones para los próximos cuatro años, lo que en la práctica supone un «aumento del 50 por ciento en inversiones propias», según anunció ayer el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos. De ese montante, más de la mitad, 60 millones, corresponde a la gestión de facturas y lo que, desde Aljarafesa defienden como «gestión eficiente», mientras que el resto de obtiene de la cofinanciación con otras administraciones públicas como la CHG o la Junta. De hecho, la alianza entre instituciones posibilitó en el pasado la puesta en marcha de actuaciones como el tanque de tormentas de Tomares, que en el último periodo de lluvias ha hecho posible de que se acaben las anegaciones en zonas como el polígono El Manchón.

El grueso de la inversión irá a la renovación de la red de abastecimiento y suministro «que, como es normal, se hace vieja». Por eso, el cometido principal irá en la ampliación, mejora y renovación, de estas redes, de manera que se «garantice el suministro de agua de calidad óptima», así como recoger y depurar las aguas usadas en las viviendas para devolverlas al medio ambiente, según explicó el gerente de Aljarafesa, Pedro Rodríguez.

Pero, además de los retos presentes, que se palpan en el zafarrancho de obras que actualmente acomete Aljarafesa en 21 municipios. Desde hace tiempo, los gestores de la empresa pública detecta un buen número de quejas ciudadanas por poca presión del agua. El problema radica en que la mayoría del suministro se traslada por gravedad y hay algunas urbanizaciones que, con el boom del ladrillo, se han levantado sobre terrenos que el agua no llega con el método tradicional y requiere de un sistema de bombeo. Aljarafesa trabaja en la elaboración de un mapa, pueblo a pueblo, de las urbanizaciones afectadas por esta situación. De hecho, ya han empezado a actuar en Bormujos –donde se invertirán dos millones– y se preparan intervenciones en Gines y Castilleja de la Cuesta.

Más inversión social

Pero, más allá de la inversión en infraestructuras, Villalobos destacó el calado social de las políticas de Aljarafesa, que parten de una base clara de que ningún aljarafeño sin recursos se quede sin agua. Al respecto, se ha decidido incrementar en un 15 por ciento los fondos destinados a ayudas sociales, que ya suponen 1,7 por ciento de los ingresos obtenidos en el año en curso. La partida, que asciende a 600.000 euros, cubre a una población en riesgo de exclusión social de unas 20.000 aljarafeños, o sea, el 7 por ciento de sus clientes.

La acción social de Aljarafe tiene cuatro vertientes. La más llamativa y que se aplica desde hace un año, es la garantía de un mínimo vital de 100 litros habitantes día a las familias que no superan la renta mínima. Eso se suma a la regla grabada a fuego de que no se corte el agua a nadie en riesgo de exclusión, y la aplicación de un fondo social, de 230.000 euros, que se facilita a los consistorios para que los reparta entre las familias más necesitadas, previo informe que certifique su situación por parte de los servicios sociales municiopales. Por último, se facilita a los vecinos con apreturas económicas el aplazamiento o fraccionamiento de las facturas «sin que suponga interés alguno al usuario».