El Ayuntamiento de La Algaba, a través de la delegada de Medio Ambiente, Eva María de la Bastida, ha alertado a los vecinos de la localidad de los riesgos que puede suponer para la población utilizar azufre sin control.
Se trata de una costumbre que se ha enraizado en algunas zonas, donde es habitual ver en las esquinas, columnas o rincones restos de polvo amarillo que en algunas ocasiones vierten los vecinos al pensar que se trata de una sustancia eficaz como repelente de los animales de compañía.
Sin embargo, desde el Ayuntamiento se advierte que se trata de una creencia popular que nada tiene que ver con la realidad.
Ese polvo amarillo, azufre, es un elemento químico muy peligroso para la salud, que puede afectar considerablemente a la integridad física de niños y mayores cuando es inhalado, ingerido o entra en contacto con la piel.
Los efectos de la exposición pueden incluir también ulceración de la piel, conjuntivitis, inflamación de la mucosa nasal, falta de respiración, asma y traqueobronquitis.
Muy inflamable
Además, se trata de un sólido altamente inflamable, “pudiendo originar mezclas explosivas en contacto con el aire o con materiales oxidables”, recuerda la delegada.
Por eso, ha recordado que “después de todas estas explicaciones acerca de los riesgos de utilizar azufre sin control y depositarlo en las calles con el riesgo que supone, esperamos que haya quedado clara su peligrosidad”, con el fin de que se deje de lado ya una costumbre que es ciertamente muy peligrosa.