La larga espera ha terminado. La hermandad de la Cruz de Arriba y la Virgen del Rosario celebra sus Fiestas Mayores. Esas que tuvieron lugar por última vez en el año 2014, y que con ahínco se han venido preparando desde entonces. Desde ayer y hasta el domingo el pueblo se verá inmerso en distintas celebraciones, vividas de forma extraordinaria y sin saber cuándo volverán a suceder.
Porque las fiestas no son anuales, y se celebran cuando las posibilidades económicas permiten llevarlas a cabo con mayor despliegue y boato que las anteriores. Este año las circunstancias lo han permitido, y el 75 aniversario de la incorporación de la imagen de la Virgen del Rosario ha cuadrado la efemérides perfecta para que Aznalcóllar vuelva a rendirse a la Cruz de Arriba.
La concesión de la medalla de oro del Ayuntamiento a la Virgen, la rotulación de una plaza con su nombre, el cartel de Rafael Laureano y el pregón de Francisco Javier Segura han sido los prolegómenos de excepción para acrecentar el orgullo de ser de Arriba.
Fue ayer cuando se inauguraron las Fiestas Grandes de 2018. Las abrió la agrupación local Nuestra Señora de Fuente Clara con un pasacalles. El encendido del alumbrado y de los arcos de la calle Sevilla a las 23.00 horas dieron por iniciados estos cuatro intensos días de fiesta. Porque además de los actos y cultos programados, cada día se extenderá hasta la madrugada con actuaciones musicales y la quema de toros de fuego.
Concierto
Hoy, 27 de julio comenzará a las 8.00 horas con la diana a cargo de la agrupación musical Virgen de Gracia de Archidona. Atracciones acuáticas para los pequeños y la actuación de grupos locales en la caseta municipal llenarán la tarde hasta la entrada, a las 20.00 horas, de la sociedad filarmónica Nuestra Señora del Carmen, de Salteras. Será la introducción al Típico Romerito, en el que los mayordomos, las reinas y sus cortes saldrán desde la plazoleta de la Cruz de Arriba hasta el paraje de Las Erillas en carrozas engalanadas para recoger y ofrecer romero a la Santa Cruz y flores a la Virgen. A su término, la banda de Salteras ofrecerá un concierto en el casi centenario kiosco musical que se instala en la plazoleta.
Mañana sábado 28 tendrá lugar la romería a la ermita de la Cruz de Arriba. Con el acompañamiento del grupo de tamborileros Los Bravos, de El Cerro del Andévalo, el peregrinar se iniciará a las 10.00 horas. El simpecado de la Virgen del Rosario será portado en su carreta de plata tirada, con los cantes del dúo Los Makarines, que ejercerán igualmente de boyeros. El cortejo de romeros, caballistas, reinas y sus cortes y mayordomos llegará a la Dehesa de los Llanos a las 13.30 horas para la celebración de la misa. Tras el día de convivencia, la romería entrará en Aznalcóllar a la caída del sol.
El domingo 29 será el día grande. Arduos han sido los meses de preparativos desde que en abril de 2017 un cabildo extraordinario aprobase la celebración. La principal tarea ha sido la ejecución de la nueva corona para la Virgen y su Hijo como ofrenda en este aniversario. Las donaciones de plata y económicas hicieron realidad las preseas, diseñada por Sergio Cornejo y labradas por Ramón León.
Música y pasacalles
Desde las 8.00 de la mañana la localidad se llenará de música con los pasacalles de la agrupación musical de la Santa Vera-Cruz de Alhaurín el Grande con su peculiar toque legionario, la agrupación Virgen de los Reyes de Sevilla y la banda de música municipal de Aznalcóllar.
A las 11.00 horas dará inicio el traslado de la Cruz y la Virgen a la parroquia desde su capilla, discurriendo por la efímera catedral de arcos y flores de la calle Sevilla. A las 13.00 horas comenzará la función principal, siendo en el ofertorio de la misma cuando se bendigan e impongan las corona al Niño y a la Virgen del Rosario.
Actuaciones musicales y pasacalles de las bandas que acompañarán a los pasos continuarán la tarde hasta las 21.00 horas, cuando de inicio la procesión triunfal y de gloria de la Santa Cruz y la Virgen del Rosario. Una noche larga y sin horario que, a la llegada a la Capilla de Arriba y antes de la entrada de los titulares, se iluminará con un gran espectáculo pirotécnico y una colosal salva, con un cohete por cada hermano de la corporación y el estallido de 500 cohetes más de silbío en recuerdo de los que ya no están. La quema de toros de fuego y el baile en el antiguo mercado de abastos extenderán hasta la madrugada unos días que se celebrarán sin descanso y que no se querrá concluir, para saborear hasta el extremo unas fiestas que no se sabe cuándo se volverán a vivir.