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Construcción de viviendas a principios de la década de los 2000, cuando Bormujos vivió su ‘boom’ inmobiliario. / El Correo -
Vista de una calle de Bormujos. / El Correo
A principios de la década de los 2000, Bormujos, al igual que el resto de municipios de la primera corona del Aljarafe, experimentó un notable crecimiento de su parque residencial. Pero la burbuja inmobiliaria también acabó explotando en una localidad que ha duplicado su población en apenas 15 años –pasó de 9.462 en el año 2000 a los 21.476 del año 2016–, lo que ha provocado que exista un gran número de viviendas vacías, según explica el alcalde bormujero, Francisco Molina (PSOE). Con el objetivo de darles salida y de detectar la verdadera demanda que existe entre los vecinos, el Ayuntamiento está preparando su propio Plan Municipal de Vivienda.
La iniciativa se ha puesto en marcha tras «confirmar las sospechas» que ya tenía el Consistorio acerca de la gran cantidad de residencias disponibles. A esta conclusión se ha llegado después de que un investigador de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Sevilla (US) haya realizado su tesis doctoral «basándose en el estudio sobre nuestra vivienda vacía», apunta Molina. De esta forma, a través del plan se pretende que estas afloren y se puedan poner a disposición de las necesidades habitacionales reales que tengan los bormujeros.
El citado plan, que actualmente se encuentra en fase de diagnóstico, culminará con una oficina municipal de la vivienda, «donde se articulará todo este proyecto». Una vez que esté en funcionamiento, la idea del Ayuntamiento es poner en el mercado toda esa bolsa de residencias vacías, fundamentalmente «orientadas al alquiler, que es lo que demanda la ciudadanía», señala el regidor de Bormujos.
Precisamente serán los propios vecinos los que puedan poner sobre la mesa cuántas viviendas necesitan y qué tipo de régimen prefieren, puesto que el plan contempla una fase de participación ciudadana en la que se sondearán las verdaderas necesidades habitacionales y la demanda real que existe de vivienda. Hay que tener en cuenta, recuerda Molina, que el único instrumento del que se dispone ahora mismo desde el Consistorio para tomarle el pulso a estas necesidades es el registro municipal de demandantes de vivienda, «pero este se ciñe solo a la vivienda de protección oficial (VPO)». De hecho, aquí tan solo se contabilizan en torno a 300 demandantes, si bien el alcalde entiende que «debe haber bastantes más».
Además, según Molina, tal y como están los precios en el mercado de la VPO, esta a veces «no es apetecible para quien necesita un piso o una casa, ya que en el mercado de renta libre los hay incluso más asequibles». En cuanto a los plazos de ejecución de este nuevo Plan Municipal de Vivienda de Bormujos, el regidor afirma que esperan tenerlo acabado antes de finales del presente 2017, por lo que la oficina «probablemente a primeros del año que viene esté funcionando a pleno rendimiento».
Mientras tanto, en la zona del Burger King, se está desarrollando un nuevo proyecto que contempla 25 viviendas, y que sustituye a otro plan parcial que contemplaba otras 60 VPO, desechado este ante el alto precio que suponían.