Brenes blinda sus lugares de interés para acabar con los actos vandálicos

El Ayuntamiento adopta esta medida después de las pintadas aparecidas en varios edificios

02 ago 2017 / 18:44 h - Actualizado: 02 ago 2017 / 20:49 h.
"Vandalismo","Juan José Asenjo"
  • Un vehículo del Ayuntamiento de Brenes delante de la iglesia antes de que se tapasen las pintadas de la parroquia. / El Correo
    Un vehículo del Ayuntamiento de Brenes delante de la iglesia antes de que se tapasen las pintadas de la parroquia. / El Correo
  • Un azulejo de la patrona de Brenes también ha sido manchado. / El Correo
    Un azulejo de la patrona de Brenes también ha sido manchado. / El Correo
  • Pintadas en el muro del instituto de Brenes. / El Correo
    Pintadas en el muro del instituto de Brenes. / El Correo

La localidad ribereña de Brenes ha estado en vilo desde que en la mañana del lunes se descubrieran unas pintadas en la fachada de la iglesia parroquial de la Purísima Concepción. Horas más tarde, la ciudadanía iba conociendo otros lugares como los muros exteriores del instituto de enseñanza Secundaria IES Jacarandá y callejones aledaños donde unos desconocidos también habían escrito una serie de mensajes injuriosos. Ya el martes, el pueblo seguía sobresaltándose con la aparición de otro elemento atacado. Se trataba de una mancha de pintura en el azulejo de la patrona de la localidad, la Virgen del Rosario, que tapaba su rostro. El último mensaje descubierto ha sido en la parte interior del instituto.

Ante estos hechos, el alcalde del municipio, Marcelino Contreras (UPAN), ha ordenado «la vigilancia de lugares de interés como el cementerio y la ermita de San Sebastián, la piscina municipal, el pabellón cubierto y el campo de fútbol», para evitar que puedan ser ultrajados.

Aunque su conocimiento en el pueblo ha sido paulatino, fuentes oficiales apuntan a que todas las pintadas fueron realizadas en la madrugada del domingo al lunes, por las mismas personas. En el caso del azulejo «tuvo que ser necesaria una escalera o algún tipo de caña para llegar a esa altura», comenta el regidor, quien asegura que «las aguas están volviendo a su terreno», tras el malestar generado por estos actos.

Sobre la autoría de los hechos se ha producido una gran controversia dado que, de manera casi instantánea al descubrimiento de los graffitis en la parroquia, comenzaron a circular mensajes y fotos de las posibles autoras. Se trata de un grupo de cuatro chicas simpatizantes de movimientos feministas quienes «han sufrido caza de brujas», en palabras de la persona que las está representando, Magnus Regina Von C. Las chicas, según Regina, «han sufrido una persecución tanto física como a través de las redes sociales, llegando incluso a ser increpadas por la calle». Ante esta situación, las jóvenes han sacado un comunicado en el que piden el cese de estos actos y la adhesión a un «acuerdo de conciliación», de aquellas personas que hayan usado su imagen. En caso contrario, dicen que «tomarán medidas legales».

«Jesús era una mujer transexual» o «patada feminista en la boca del fascista», son algunas de las frases que se podían leer en estos actos vandálicos. Según Regina, la alusión a Jesús «es transfóbico y está instrumentalizando a la mujer, es algo que no casa con la ideología de estas chicas».

La hermana de una las afectadas se ha puesto en contacto con este periódico para decir que todas tenían una coartada esa noche, dado que dos de ellas «están fuera del pueblo de vacaciones, otra se encontraba en casa con su familia y una cuarta estaba trabajando». Simbología feminista y mensajes alusivos a movimientos radicales de este corte fueron los elementos por los que han sido relacionadas con los hechos. No obstante, el regidor confía «en que se trata de un grupo organizado de fuera del pueblo». Las diligencias siguen abiertas y el caso está en manos de la Guardia Civil en colaboración con la Policía Local.

El párroco de Brenes, Javier Martínez Naranjo, que denunció los hechos, ha recibido la llamada telefónica del arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, así como de los vicarios general y de zona de la Archidiócesis de Sevilla, «quienes se han interesado por lo sucedido», según fuentes de Palacio. Para Martínez, «las pintadas no han sido contra la parroquia de Brenes sino contra la Iglesia en general» y agradece «a la Policía y al Ayuntamiento la colaboración prestada en todo momento».