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José Luis Olmedo, director general, en las instalaciones de Estepa, modernizadas en 2010. / El Correo -
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Distintas imágenes de la plaza de toros de Cantillana. / El Correo
Cantillana ha sido declarada villa taurina por el pleno municipal, al aprobarse la moción presentada por el PP. La defensa de la fiestas de los toros como parte de la identidad cantillanera así como reflejo de una honda afición en la localidad son algunos de los sustentos de la propuesta recientemente aprobada.
Con ello, el pleno municipal respalda y apoya la declaración de los espectáculos taurinos como «parte integrante del patrimonio cultural inmaterial de Cantillana», asimilándolo a «sus más arraigadas tradiciones», que tanta fama y repercusión dan al pueblo. Ha quedado aprobada así la denominación como villa taurina en «defensa de nuestro patrimonio cultural», según determina el segundo acuerdo propuesto en el texto defendido por los populares.
Esta afición secular queda reflejada en figuras como el Conde de Cantillana, destacado rejoneador y el más antiguo indicio de la existencia de la fiesta en la localidad. Mantenida en una monumental plaza de toros, inaugurada en la festividad del Corpus de 1905 y por la que han pasado las más destacadas figuras del toreo de forma habitual. La última de ellas el pasado 25 de febrero, cuando los diestros Manuel Díaz El Cordobés, David Fandila El Fandi, Salvador Cortés, Cayetano Rivera, López Simón y Pablo Aguado se aunaron en un prestigioso cartel para exhibir el arte de la lidia en un festival taurino con picadores y ante las más de 2.000 personas que copaban el aforo del tendido.
Ese ha sido otro de los motivos esgrimidos en la moción, haciendo hincapié en la promoción de la localidad y el atractivo turístico que este tipo de eventos supone, fomentando una mayor actividad en los comercios locales, generando economía. Por ello, «corresponde a los poderes públicos la protección de la fiesta de los toros», porque «aunque seamos o no aficionados, es un hecho indiscutible que la tauromaquia reúne importante valores económicos», afirma el escrito debatido por el pleno.
No en vano, argumentan los populares, «la administración ingresa en los festejos taurinos 43 millones de euros», siendo «la manifestación cultural española que genera más ingresos fiscales». A ello se suman 1.600 millones de euros de impacto económico; 200.000 puestos de trabajo al año, 57.000 de ellos directos. «Es el primer acontecimiento cultural de masas en España», con más de 200 millones de euros de recaudación anual y un volumen de negocio que supera los 420 millones. Atendiendo a estas cifras económicas, con la declaración se pretende, en definitiva, que Cantillana se beneficie todo el desarrollo económico que los toros aportan.
Pero, ante todo, la moción se ha presentado «en términos positivos», como manifestación cultural que requiere del apoyo de «instancias institucionales, a las que corresponde salir en su defensa y apoyar su proyección de futuro», ante corrientes opuestas. «Desde la propia libertad que significa la cultura, no se puede cercenar su acceso a ella». El objetivo final es que «el disfrute y fomento de esta fiesta de origen popular, generadora de empleo y actividad económica esté garantizado en Cantillana». Esa libertad de poder disfrutar del espectáculo, así como su importancia económica, fueron corroboradas por todos los grupos en el pleno y refrendadas con el voto positivo. Solo IU, «por conciencia ideológica» votó en contra.
Los protagonistas de esta fiesta en Cantillana valoraron de forma muy positiva esta moción y su aprobación por el pleno. «Lo importante ahora es que empiecen a celebrarse corridas y festejos taurinos en el pueblo. Si no la declaración no tiene sentido», señaló Antonio Muñoz, novillero de la localidad. Destacó como «muy necesario e importante el apoyo de las instituciones y fomentar la afición sobre todo en la juventud. Cantillana tiene mucha tradición y anda últimamente en horas bajas». Antes del festejo de febrero, la última corrida en el pueblo fue en 2012, cuando debutó «de luces en una novillada mixta». Formado en la escuela de Camas y en la de Sevilla, su hermano gemelo, Jesús Muñoz, también se dedica a la tauromaquia.
«Es una noticia que nos produce una alegría inmensa y como aficionado más que como profesional me llena de satisfacción que mi pueblo se identifique con los toros», afirmaba José Ángel Muñoz Perico, banderillero en activo desde el año 2005. «La experiencia nos demuestra además cómo el pueblo es una fiesta y sus negocios ganan con los toros».
En los mismos términos se manifestaba Manuel Díaz Rodríguez, torero ya retirado que en estos días celebra el 47 aniversario de su alternativa. «El toreo es cultura, y es un detalle muy bonito para Cantillana que el Ayuntamiento muestre este apoyo». Conocido como Rodríguez, retirado en los años 80, toreó con figuras de la talla de Curro Romero o El Cordobés y en ciudades como Madrid, Barcelona y Sevilla, donde incluso salió a hombros por la puerta del Príncipe. «Intentaremos traer novilladas con y sin caballo y dar movimiento a la plaza. Aquí se han hecho muchos festivales y Cantillana merece más. Estoy seguro de que la afición va a remontar».
Para materializar la declaración, el Ayuntamiento dará forma a iniciativas como la creación de una escuela taurina, que vendrá precedida de un taller taurino, adelantaron fuentes municipales.