Durante estos días y semanas, en cualquier cafetería de Carmona, cuando aún no aprieta el Lorenzo y el fresquito aún permite respirar un aire limpio y puro, agricultores y ganaderos solo hablan de un tema: la falta de agua y el calor imperante en un verano que dura ya cinco meses. Un drama que, antaño, se dejaba al azar de refranes y cabañuelas y que podría tener su solución en más investigación, desarrollo e innovación. Y en ello andan muchas empresas en Carmona.

El primer paso por salvaguardar un sector clave, como es el agrícola, fue la creación de la Feria Agroporc en 2002, en tiempos del alcalde Martín Recio. Una ciudad que quiere convertirse en el nuevo polo agroindustrial de Andalucía comenzaba a desperezar. Y el camino no ha sido fácil, pero se siguen dando pasos firmes.

De hecho, desde el Ayuntamiento de Carmona, con el OAL Fomento Los Alcores y el Grupo de Desarrollo rural, se está trabajando para convertir el sector agrícola local en un referente en Andalucía, valorando las altas posibilidades de la ciudad y de su término municipal con cerca de 1.000 kilómetros cuadrados, uno de los más extensos del país.

En este sentido, Angélica Alonso, concejala de Agricultura, es clara: «Podemos destacar por un lado la llegada a Carmona de empresas del sector de relevancia nacional dedicadas a nuevos cultivos con grandes expectativas de futuro como el pistacho o el desarrollo de nuevas variedades de especies ya existentes. Como ejemplo de ello, las recién llegadas Pistachos del Sol y Eurosemillas».

Pistachos del Sol ya opera en la fértil vega carmonense que mira hacia el sur. En 2016, con el Consistorio, se puso en marcha con un compromiso de contratación por parte de la empresa, un curso sobre el cultivo de pistachos-injerto y su objetivo era el de promocionar el cultivo en Carmona y proporcionar a la ciudadanía la formación necesaria para su cualificación y, en un futuro, poder optar a un puesto de trabajo.

Miguel Ángel Zamorano, gerente de la compañía, afirma que Carmona no se escogió al azar, sino que «por la calidad de las tierras de la Vega y las condiciones climatológicas el desarrollo del pistacho es clave». Pese a que este cultivo necesita cinco años para empezar a producir, la variedad insertada en la comarca, la Avdat, presente en Israel, es muy rentable.

EL EMPLEO DEL PISTACHO

Pero lo más importante es que Pistachos del Sol ya genera empleo. A la decena de trabajadores que actualmente se encargan del cuidado de la finca, se unen en verano varias contrataciones para cuidados específicos y una noticia esperanzadora: la empresa pretende instalar en la ciudad, probablemente en el parque logístico, una planta procesado de todo el pistacho que se recolecta en Andalucía para su empaquetado y comercialización, que generaría unos 20 trabajadores. «La idea es que esto sea una realidad en 2019 o 2020. Carmona es el escaparate de la comarca para el pistacho».

Otra de las compañías que ha apostado fuerte por Carmona es Brandt. Desde 2008, la empresa norteamericana seguía los pasos de Tragusa, de gran penetración entre el sector agrícola. En 2016, se hace cargo del cien por cien de la empresa y comienza a invertir. «Con la llegada de Brandt, logramos ampliar el catálogo de productos fitosanitarios a un catálogo que se amplía con la parcela de la nutrición vegetal», afirma José Yánez, director de desarrollo de Nutrición Vegetal de la compañía.

De hecho, se encuentra en continuo crecimiento, sobre todo en I+D+I: «la idea es mejorar las producciones ante la demanda existente», tal como ocurre con productos que permiten una mejor cosecha de aceitunas, pero que se expande a otros cultivos como hortalizas, cítricos o fresas. La idea de Brandt es «seguir creciendo en inversión tanto en el equipamiento de la propia fábrica como en el catálogo de productos. Con casi 70 personas en la fábrica, la intención es ir ampliar la plantilla tanto a nivel comercial como en I+D+i», afirman. La llegada a Carmona, con su posición estratégica, ha conseguido mejorar las relaciones con los clientes que la matriz americana ya contaba en África. Desde su llegada, la empresa sudafricana Elim, dedicada al ámbito hortofrutícola, ha aumentado los pedidos de los productos fabricados en Carmona, incrementando su presencia en el continente americano: «Antes, desde Illinois se enviaba la mercancía hasta la costa oeste de los EEUU, y de allí hasta Sudáfrica, provocando que incluso perdiéramos campañas. Ahora, desde Carmona se envía todo a Algeciras y de allí a Sudáfrica».

NUEVOS REGANTES

Con todas estas actuaciones, el objetivo es consolidar la ciudad como una referencia de innovación en el ámbito de la agricultura pudiendo hacer crecer el empleo en un sector que en la actualidad da trabajo a unas 2.800 personas en Carmona, sin que además tenga que depender exclusivamente para ello del nivel de producción. Y, por supuesto, apoyando a las pequeñas y medianas empresas, así como a los autónomos, la cooperativa agrícola local o la creación de una nueva comunidad de regentes que aprovechará las aguas de la EDAR para nuevos cultivos de regadío.