En el cuartelillo de la Policía Local de Castilleja de la Cuesta hay lo típico que se puede encontrar en unas instalaciones como las destinadas a salvaguardar la seguridad en un pueblo de las dimensiones de este. Mesas con agentes rellenando informes, algún detenido que es conducido a dependencias judiciales, las típicas gorras con el escudo que cita que se trata de agentes policiales, y peluches, ositos, trenes eléctricos, balones o muñecas.
Aunque podría parecer que se trata de algo que choca a los ojos de la gente que llega a esta sede de la Jefatura Policial, los vecinos de este pueblo sevillano se han acostumbrado ya, porque este es el cuarto año que los policías tienen que pasar entre centenares de juguetes para ocupar su sitio en su puesto de trabajo, y lo hacen encantados, ya que es el cuarto año que lanzan un llamamiento a sus vecinos para que los Reyes Magos no se queden sin ir a ninguna casa del pueblo.
Ayudando a los Reyes Magos
A sabiendas de que los Magos de Oriente, en muchas ocasiones, no tienen capacidad por sí mismos de llenar sus sacos de juguetes, la Policía ha decidido convertirse en improvisados pajes, y desarrolla, por cuarto año consecutivo, una campaña solidaria de recogida de juguetes. Eso sí, como los agentes tienen en su precepto legal la imposición de ayudar a todas las personas sin distinción alguna, también le echan una mano a Papá Noel para también haga bien su trabajo.
Para ayudar a esta campaña policial se está facilitando a los vecinos todo lo posible, aunque es cierto que puede colaborar cualquier persona, sin necesidad de que sea natural de este municipio sevillano. Es tan fácil como buscar en los cajones, armarios o trasteros juguetes que estén en buen estado y ya no usen los niños de la casa, y llevarlos a la Jefatura de la Policía Local, en la calle Octavio Paz número 2, o bien entregarlos en cualquiera de los centros educativos del pueblo.
Juguetes incluso comprados por niños
La premisa es que sean juguetes nuevos preferentemente, aunque si hay algunos que están en un estado perfecto y se quieren aportar a la campaña se aceptan también. Incluso, algunos expertos apuntan a que es muy positivo para los niños acudir con sus padres a una tienda y “encargar los regalos para los otros niños”, para acompañar después a sus progenitores a la jefatura o los colegios para dejarlos allí. Supone, para ellos, la satisfacción de compartir generosidad con los que menos tienen, y es un efecto colateral bastante interesante de esta campaña.
Pero la campaña no de queda ahí, porque una vez que terminen las fiestas navideñas, se quiere dar a los niños la posibilidad de que vayan a clase en las mismas condiciones que sus compañeros, sin que les falte nada en la mochila, por lo que se acepta material escolar que se pueda comprar en cualquier establecimiento y aportar también a la campaña. Para completar los sacos de los Reyes Magos y Papá Noel, se puede entregar material deportivo de todo tipo. La base de la campaña está clara: que ningún niño se quede no sólo sin juguetes, sino sin cualquier elemento que pueda hacer que se sientan discriminados con respecto a sus compañeros de clase o de su vida diaria. Y con ese espíritu, los vecinos se están volcando con la idea un año más.
Para entregar a Cáritas
Los plazos para esta idea son marcados desde que se recogen los primeros juguetes a finales de noviembre, y tienen una fecha límite: el 21 de diciembre. Ese día será el último que se recojan los juguetes y material, con el fin de que los elfos de Papá Noel y los pajes de los Reyes Magos tengan el tiempo suficiente para clasificar los regalos, envolverlos y meterlos en los sacos para ser distribuidos.
En realidad, los pajes no trabajarán en Laponia o en las casas de los Magos en Oriente, sino que se organizarán en la sede de Cáritas en el municipio sevillano, donde harán todo lo posible para que ningún niño se quede sin su juguete, aunque durante el año se haya portado regular. De hecho, los duendes y elfos de Cáritas tienen toda la información oficial de las familias con necesidades reales en el pueblo, de modo que son la mejor garantía de que los juguetes caen siempre en buenas manos. Que haya la más mínima posibilidad de fraude con esta campaña se evita mediante la coordinación de policía, Ayuntamiento, centros escolares y voluntarios de Cáritas, las cuatro patas de una idea que hace que en todas las casas del pueblo los niños se levanten a buscar los regalos y no haya decepción alguna.
Para los bebés
Desde el Ayuntamiento, se recuerda que las aportaciones que se realicen, por pequeñas que sean, "se convertirán en una gran sonrisa durante estas Navidades", por lo que anima a vecinos a participar en esta donación solidaria.
Y además, para completar la idea, la Policía recoge también potitos (ojo con la fecha de caducidad), leche en polvo y pañales. Los duendes y elfos de Cáritas han pedido que también a los más pequeños de la casa no les falte de nada, con lo que la idea es redonda para todos los niños, sin importar la edad.