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Imagen de la Madre de Dios de Marchena en procesión. / M.M.
Tras el comunicado de cierre del complejo parroquial Madre de Dios de Marchena, desde la asociación se confirmó ayer que «también se clausura la capilla» donde realizar los cultos.
Fue a principios de año cuando se comunicaba el «desalojo del complejo en obras» respondiendo a una necesidad de seguridad. Pese a su clausura, permitían, en un principio, realizar los cultos dentro de la capilla en este edificio. Sin embargo, también será cerrado el oratorio y dejarán de realizarse los cultos y eucaristías en ese lugar, pasando a San Miguel.
Por otro lado, desde la asociación se confirma que «se ha modificado algo con respecto al anterior documento y, por ello, el edificio no se va a desalojar sino que nos permiten que se queden allí los bienes». No obstante, las imágenes tienen que ser trasladadas también a San Miguel al igual que Cáritas. Tienen de plazo hasta el 31 de enero, pero el traslado se realizará en la intimidad. Este cierre será efectivo hasta que no se consiga la licencia de primera ocupación parcial o total del edificio. Para ello, el principal reto es finalizar la obra de la planta baja del complejo «para lo que queda algo mínimo y se va a intentar culminar para que nos den esa licencia parcial para así tener algún tipo de seguro».
Por ello, su próximo paso será pedir presupuesto y buscar financiación para terminar las obras de la planta baja que se encuentran aproximadamente al 80 por ciento. Desde la asociación matizan que «la obra que queda en la planta baja es mínima. Vamos a intentar que esté finalizada para que den esa licencia parcial y así tener algún tipo de seguro y no habría problema para utilizar esta zona».
Para financiar las actuaciones del complejo van a incentivar la campaña de donativos, que ya tenían. Sin embargo, «debido a la urgencia de que las obras se hagan lo antes posible, se requiere un esfuerzo mayor». Dejan claro que no se comenzará hasta que no tengan el dinero y no se aventuran a hablar de plazos, puesto que posteriormente serán los técnicos quienes den el visto bueno al proyecto, una vez esté finalizado, antes de otorgar la cédula de habitabilidad.
Lo que sí se mantiene es la medida en torno la suspensión de la salida procesional del Sábado de Pasión. La asociación, que rinde culto a Madre de Dios de la Merced y Jesús Cautivo, lleva años procesionando gracias a una autorización excepcional pero hasta que «no nos convirtamos en agrupación o hermandad no podemos salir de manera ordinaria», recalcan.