El Señor nació en Belén la noche del 24 de diciembre de hace 2016 años según cuentan las Sagradas Escrituras y la tradición. Pero, desde hace 10 años –mediante una escenificación itinerante– nace en plena Vega del Guadalquivir, en el casco histórico de Alcalá del Río y a principios de diciembre.
Igualmente, en breves fechas en muchos hogares se montará un belén para conmemorar el nacimiento de Jesús. Papel, corcho, figuritas de personas y animales simularán a pequeña escala la ciudad y el portal en el que nació el Señor. En Alcalá del Río las escalas crecen, se usan escenarios reales, figurantes de carne y hueso y animales de verdad, con una cuidada puesta en escena para que los visitantes de esta representación sientan que viajan en el tiempo y en el espacio hasta la Galilea del siglo primero. Un evento que se ha situado como clave en las celebraciones navideñas de la provincia.
Para montar este belén a tamaño real se toman como escenarios las calles y plazas del casco histórico local. En concreto la zona conocida como el Alcázar, donde estuvo esta fortaleza en tiempos de dominación musulmana y sus calles mantienen el trazado íntimo, estrecho y sinuoso del urbanismo árabe. Mediante el trabajo previo de meses –acumulado ya de años– se consigue decorar fachadas, erigir viviendas, disimular elementos modernos y recrear la ciudad que vio nacer al Salvador.
Es tal la envergadura de esta representación que la hermandad se vio obligada a alquilar una nave en el polígono industrial para almacenar todos los decorados que se emplean. Allí y en la casa hermandad se trabaja desde agosto en la organización, renovación y ampliación todo el atrezo de cara a las próximas funciones.
Un nacimiento no es nada sin figuritas que lo pueblen. Y aquí serán 460 las personas que, entre actores principales y figurantes, llenarán las calles. Además de todo tipo de animales, «incluso estamos intentando traer un dromedario», explica Emilio García Olmedo, consiliario de la hermandad responsable de la actividad. Para esta décima edición, además de remozar todas las escenas, «la plaza del Calvario, final de la representación donde se ubica el portal de Belén, será renovado totalmente», explica García. Muchos de los personajes principales de la primera edición repiten en este décimo aniversario el mismo papel. Y como curiosidades, para que la narración no pierda continuidad en cada pase, «hay seis Reyes Magos y ocho bebés –niños y niñas– para dar vida al Niño de Dios».
Este belén requiere, además del arduo trabajo previo, un ingente esfuerzo de montaje en el que participantes, hermandad y vecinos se implican. Durante tres días, la vida de las calles donde tiene lugar se centra solo en el belén. Por ello, el montaje se comprime al máximo para interferir lo menos posible en la vida diaria –hay incluso que cortar el tráfico–. Esta ciudad efímera se pondrá en pie en un solo día, el 8 de diciembre en esta ocasión. E igualmente, finalizados los pases en la tarde del día 11 de inmediato se procederá al desmontaje.
Llegados los días del belén, en grupos, los visitantes accederán al recorrido donde tiene lugar la representación. Un narrador guiará a lo largo de unos 500 metros por el caserío ilipense, donde se distribuyen las escenas: mercado, anunciación a María, sueños de José, visita en Caná, visita a Santa Isabel, empadronamiento, búsqueda de posada, anunciación a los pastores, palacio de Herodes y portal. Paseantes, mendigos, comerciantes, vecinos en las puertas de sus casas, talleres de labores y artesanía, niños y soldados romanos, entre otros muchos figurantes ataviados de la época, darán continuidad y unidad al viaje a través de esta escenificación que llevará a adorar al Señor recién nacido.
Entre el 9 y el 11 de diciembre se representarán 67 funciones. Para evitar colas, la hermandad llevará a cabo la venta anticipada de entradas desde el 28 de noviembre al 5 de diciembre. Podrán adquirirse en la casa hermandad (plaza de San Gregorio, 14), en la web soleana –lasoledad.org– y en la web de la actividad –sucedioenbelen.org–. Con su importe (un euro niños y tres euros adultos) se sufraga la representación. La entrada también incluye visita al mosaico romano que la corporación del Viernes Santo ha puesto en valor en su casa hermandad. Los días de representación también habrá entradas disponibles en la taquilla, situada en la plaza de Mariana Pineda.
Es el público el que, por encima de todo, avala el éxito de esta actividad. Miles han sido los visitantes en las pasadas ediciones, superándose los 10.000 visitantes en 2015. Para esta edición ya hay ayuntamientos y entidades de la provincia que están «organizando viajes y queriendo reservar pases completos para disfrutar del belén», comenta García.
Alcalá del Río es un pueblo eminentemente cofrade, donde se vive intensamente –en su afamada Semana Santa– la pasión y muerte del Señor. Pero, durante tres días de diciembre, Alcalá se hará Belén para olvidar que Jesucristo morirá en el Calvario y celebrar, en la plaza que lleva ese mismo nombre del monte donde se erigió la cruz, que el Señor nace para traer al mundo la salvación.