Las varetas, el mimbre, el papel de estraza, el zaguán o el búcaro. Para algunos seguramente sea la primera vez que escuchen estas palabras, pero lo cierto es que no hace mucho formaba parte del rico vocabulario andaluz, en especial en los entornos rurales. Para conocer sus significados y sus usos en los hogares andaluces, alumnos del colegio Pío XII de la localidad de Carrión de los Céspedes (Sevilla) han organizado una singular exposición que plantea un viaje al pasado para recordar oficios que se han extinguido y costumbres recuperadas de las abuelas.

Con motivo de la celebración del Día de Andalucía, las aulas del centro escolar se han convertido en salas de un sorprendente y didáctico museo de artes y costumbres, donde conocer los muebles típicos empleados para hacer chorizos y otros derivados de las matanzas, los medios de transportes de entonces, o qué trabajo realizaban los llamados canasteros o afiladores que venían pregonando sus servicios por las calles. Y es que esta actividad promovida por el Plan de Biblioteca y de Igualdad tiene varios objetivos: «Conocer cómo se vivía en otras épocas en nuestra comunidad autónoma, centrándonos en nuestra localidad como entorno más cercano del alumnado y, de otro lado, trabajar el rico vocabulario andaluz, en especial el hablado en los entornos rurales», ha explicado el director del colegio Pío XII, Julio García, quien a su vez ha apuntado que «la desaparición de muchos de los objetos característicos de las casas populares y el fenómeno de la globalización hacen que muchos jóvenes y niños no solo desconozcan los objetos que poseen en sus casas herencias de sus mayores, sino que ni siquiera tengan meras nociones de los entornos rurales donde viven».

Pero este interesante viaje a la memoria y la identidad de la comunidad andaluza pone también el acento en algunas costumbres autóctonas del propio municipio de Carrión, como la tradición del bordado de mantones de Manila o la banda de música, «una institución cultural característica del pueblo», como han explicado los propios alumnos convertidos estos días en guías de este particular museo como «tarea extra de promoción de la expresión oral».

De igual manera, la experiencia también plantea mirar al pasado como ejemplo de desarrollo sostenible a través del uso de objetos del entorno cercano no tan contaminantes. «Las varetas, el mimbre, las talegas de tela... sustituían a todos los plásticos actuales y hacían menos daño al medioambiente». Completan estas piezas museísticas otros objetos cotidianos como el búcaro, los cierros o el zaguán, que han sido cedidos por los propios familiares del alumnado.

La muestra se puede visitar este martes y miércoles en el propio colegio Pío XII, y se divide en distintas temáticas según el ciclo educativo. Así, en Educación Infantil se exponen los juegos populares y los juguetes con los que crecieron los padres y abuelos de los alumnos; Primaria reproduce la casa y sus estancias (Primer Ciclo), así como los bordados, medios de comunicación y la tradición local de la música, con una partitura de más de un siglo de antigüedad (Segundo Ciclo); y los transportes y la ganadería (Tercer Ciclo). Por su parte, las salas del Primer Ciclo de la ESO están dedicadas a repasar los trabajos del campo y las antiguas profesiones. Todo un paseo por el pasado «para saber de dónde venimos y hacia dónde vamos».