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Los Palacios y Villafranca

Cuando la guitarra es tan cofrade como el violín

El guitarrista palaciego Fernando Larios lanza este jueves ‘Esencia Flamenca’, un portentoso disco de marchas de Semana Santa en el que lo acompañan violines y la banda de Las Cigarreras

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
10 sep 2019 / 08:12 h - Actualizado: 10 sep 2019 / 08:13 h.
"Flamenco","Música"
  • El guitarrista Fernando Larios con los violines de Laura Carmona, Paloma Roldán y Claudia Alcántara, junto al Puente de Triana.
    El guitarrista Fernando Larios con los violines de Laura Carmona, Paloma Roldán y Claudia Alcántara, junto al Puente de Triana.

Desde que el amor lo hizo recalar en Los Palacios y Villafranca, hace una década, el guitarrista Fernando Larios (La Palma del Condado, Huelva, 1982) lleva años ensayando el gran espectáculo que aúne sus grandes pasiones: la guitarra flamenca, cuyas primeras lecciones recibió de su propia madre; la música clásica, que también mamó en su tierna infancia incluso con clases de violín; y la religiosidad popular, en la que respiró desde que nació y que, al aterrizar en Sevilla, lo catapultó al éxito con el evento “Sevilla en los labios”, que aunque llevara el nombre del célebre libro de Joaquín Romero Murube (otro palaciego y sevillano ilustre de cuyo fallecimiento se cumplen ahora 50 años), fue un atípico concierto en el que se conjugó, el año pasado, la participación de bandas señeras como Las Tres Caídas y Las Cigarreras, la Orquesta Sinfónica de Triana e incluso las voces de Joana Jiménez y Manuel Cuevas, todos tutelados por la guitarra con funciones de batuta del propio Larios, que consiguió girar por los palacios de congresos de Sevilla, Granada o Cáceres...

En rigor, Fernando Larios ya había ensayado otras mezcolanzas en sus mil y un eventos: la Exaltación a la Saeta que organizaba la Hermandad del Gran Poder de Los Palacios, la gran gala flamenca de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de este mismo pueblo, el suyo de acogida, pregones varios y otros eventos que siempre le permitieron ir probando con diferentes artistas e instrumentos, especialmente el violín que nunca pudo olvidar de sus primeros años y que luego quiso integrar en una versión de Mi Amargura, la famosa marcha de Víctor Manuel Ferrer, que alcanzó tanta celebridad en las redes sociales que terminó siendo la primera semilla del disco que se lanza este próximo jueves: Esencia Flamenca, del que Larios insiste en sentirse especialmente “orgulloso y esperanzado” porque no solo encierra once temas de Semana Santa que pueden gustar a ese amplio público que va de lo flamenco a lo cofrade, sino que constituye en sí mismo el melódico guion de un ulterior espectáculo que integre cante, baile y otros ingredientes susceptibles de ser pasionales... No en vano, en la portada del disco, que estará a la venta en las próximas 48 horas, aparece un juego especular en que una guitarra flamenca se ve reflejada en el agua con forma de violín...

Marchas por bulerías

El disco Esencia Flamenca, en el que además de la guitarra de Larios participan los violines de Laura Carmona, Claudia Alcántara y Paloma Roldán, la percusión de Jairo Blanco, la banda de Las Cigarreras y hasta la voz del niño Raúl Parejo (subcampeón del programa Prodigios de TVE) en el último tema, Ave María, sorprende por la innovación exquisita que se le imprime a algunas marchas tan conocidas que nadie esperaría una vuelta de tuerca más, como ocurre con Callejuela de la O (de Paco Lola), que aquí deriva por rumba, o Costalero del Soberano (de Pedro Manuel Pacheco, a la sazón productor musical del disco junto al propio Larios y Jairo Blanco), que “me la llevo por bulerías”, como apunta el guitarrista.

El álbum presenta una variedad de marchas que son “las que se han ido sumando” a las experimentaciones de Larios con sus violines colaboradores o las que a última hora han funcionado mejor en el estudio de Las Cigarreras. “Creatividad y madurez se entrelazaron en un proyecto tan feliz que se convirtió en el presente disco, una obra exultante de devoción y cariño, realizada con el máximo respeto a la tradición y una fervorosa entrega por la música”, escribe el periodista Manuel Sollo Fernández en el libreto de la obra.

Especialmente bien suena La Pasión, la gran marcha para cornetas y tambores de Las Tres Caídas (obra de Manuel Alejandro González Cruz), en la que los violines ejercen un papel estelar, pero el cofrade agradecerá igualmente la versión de Siempre la esperanza, seguramente la obra culmen del jovencísimo compositor estepeño Jesús Joaquín Espinosa de los Monteros. El disco juega al contraste de marchas a veces radicalmente distintas, también por la ejecución de sus interpretaciones, como ocurre con La Saeta de Serrat, por ejemplo, y La Romanza de Salvador Bacarisse...

No es capricho que el trabajo se lance este jueves, 12 de septiembre, festividad del Dulce Nombre de María, pues está dedicado a su mujer, María Rangel, de quien Larios no se olvida en su capítulo de agradecimientos: “Ella es la verdadera promotora de este proyecto”, asegura, y añade: “Este disco es sobre todo tuyo, y a ti te lo dedico”.