Apenas ha pasado una semana desde la inauguración oficial de la nueva residencia de mayores de Huerta Palacios y ya han sido presentadas ante los juzgados de Dos Hermanas sendas denuncias en las que se recogen «las condiciones de hacinamiento, descontrol y mezcla de todas las patologías mentales» que se están produciendo en este edificio perteneciente a la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta.
Ante las puertas de los juzgados nazarenos, y mientras se registraba la denuncia que fue interpuesta ayer ante la Fiscalía por el familiar de un residente, miembros de la Plataforma en Defensa de la Residencia Pública de Montequinto volvieron a mostrar sus críticas por el traslado al nuevo edificio, pero, sobre todo, por «las condiciones de hacinamiento, descontrol y mezcla de todas las patologías mentales», que ha llevado a que se produzcan «sucesos deleznables» en los primeros días de funcionamiento.
Así lo recoge además la denuncia interpuesta el sábado, día 10 de febrero, por María Salmerón auxiliar de enfermería en la residencia de Huerta Palacios y anteriormente de la de Montequinto, una mujer que lleva desde el año 2009 pleiteando contra su ex marido –condenado a 21 meses por los malos tratos físicos y psicológicos– por la custodia de su hija. Ayer se sumó a la concentración que se había convocado ante los juzgados y allí, instantes después, recibió la comunicación verbal de que su denuncia había sido archivada al no encontrarse motivo penal que la sustentara.
«He acudido al Juzgado de Instrucción número 2 de Dos Hermanas, que es ante el que interpuse mi denuncia», dijo a la salida, «pero me he encontrado con la sorpresa de que me dicen que se ha archivado porque no encuentran motivo penal, indicándome que si quería podía acudir por la vía civil, así que cuando reciba oficialmente el auto de archivo veré qué es lo que hago».
En esa denuncia ya archivada, Salmerón denunciaba que desde el traslado de los residentes desde Montequinto hasta Huerta Palacios estos conviven –hombres y mujeres– en una sala pequeña y cerrada, en la que no hay aseo y donde el hedor se hace «insoportable». Asimismo, recogía que enfermos con distintas patologías –algunos de ellos con Alzheimer– intentaron abusar sexualmente de otras residentes, en unos hechos que el personal de la misma no puede siempre evitar, y que al no existir zonas delimitadas y un control, de noche podrían deambular libremente por el edificio, con los consiguientes riesgos que ello conlleva.
Tanto Salmerón como los miembros de la plataforma allí concentrados aseguraron que en la residencia de Montequinto se contaba con suficientes espacios, con seguridad y protocolos que mantenían a los residentes a salvo, algo que indicaron que no ocurre en la de Huerta Palacios, lo que ha llevado a una situación de «impotencia» por parte de la plantilla y de familiares. Asimismo, anunciaron que a partir de ahora promoverán «denuncias colectivas» ante los hechos que allí estén sucediéndose.
Durante la concentración de protesta, concejales de Sí Se Puede e IULV-CA, además de la edil no adscrita Cristina Alonso, acudieron para entrevistarse con los familiares de los residentes y anunciaron que iban a pedir hoy la convocatoria de una comisión informativa en la que plantearían al Gobierno municipal qué actuaciones se podían llevar a cabo en relación con las denuncias formuladas.
Por su parte, fuentes de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales indicaron que la nueva residencia «es la mejor de toda la comunidad», por ser la más moderna. Destacaron que cuenta con 220 trabajadores para 118 usuarios –tiene capacidad para 134–, y que la ratio de trabajador por residente es superior a lo que marca la ley. Esta lo fija en 0,5 trabajadores por usuario y en la de Dos Hermanas se eleva a 1,6. Respecto a las denuncias, señalaron que no comentan aspectos judiciales.