Era día de fiesta en Marchena y, por fin, se inauguraba las obras de la I Fase de la Muralla: el Alcázar Almohade y Mirador de la Duquesa. Numeroso público asistía a este día histórico tras un largo periplo judicial que finalizaba en el año 2016 con el inicio de las obras.

El día del patrón de la localidad, San Sebastián, era el día elegido para esta importante puesta en valor, en la que no faltaron exalcaldes, diferentes asociaciones y vecinos que no querían perderse esta puesta de largo. Tras cortar la cinta inaugural, comenzaba el ascenso para vislumbrar las impresionantes vistas de la campiña.

Tomaba la palabra Teresa Jiménez, concejala de Turismo, quien hacía hincapié en que “han sido muchos años de lucha y trabajo para llegar al momento en el que nos encontramos. Un duro camino que no olvidamos y en el que hemos defendido nuestra muralla con uñas y dientes. Nos hemos tenido que enfrentar en 2011 al Ministerio de Fomento, un procedimiento que inició el anterior alcalde, Juan Antonio Zambrano, y que continuó la actual alcaldesa María del Mar Romero”.

Tras cerca de cinco años de litigios en los tribunales, “porque considerábamos que era de justicia que nos dieran lo que nos pertenecía”, la restauración comenzaba en septiembre de 2016. Después de la pugna entre el Ayuntamiento y el Gobierno central, la Audiencia Nacional ordenaba que el Estado consignase 492.874 euros para la primera fase de la restauración. Todo ello tras la decisión, adoptada en 2011 por la comisión del programa del uno por ciento cultural, una decisión suspendida en 2012 por la Secretaría de Estado de Infraestructuras, Transportes y Vivienda. En octubre del 2014 el Consejo de Ministros incluía la aplicación del Fondo de Contingencia para cumplir la resolución de la Audiencia Nacional.

Al pie de este imponente monumento con más de ocho siglos de antigüedad, testigo de la historia de la localidad, Jiménez manifestaba que “este largo y duro camino ha merecido la pena con creces”. Como responsable de turismo mostraba la satisfacción “de contar con este recurso turístico, que hemos sido capaces de recuperar y ponerlo en valor”.

El esfuerzo de esta delegación irá encaminado a la promoción turística, así como la protección del monumento. Las visitas se realizarán de manera tutelada y previa inscripción en la oficina de turismo. También se va a tramitar una ordenanza de regulación administrativa y fiscal para la entrada en el complejo.

El Alcázar Almohade y Mirador de la Duquesa. Este es el nombre elegido para este gran complejo en honor a la duquesa Maria de Toledo y Figueroa esposa del duque Luis Cristóbal Ponce de León, ambos grandes mecenas de la época. En el mirador, punto más alto del conjunto, se puede observar las impresionantes vistas de los campos de la campiña sevillana.

Javier Yuste, coordinador provincial de Tragsa, empresa encargada de la ejecución de las obras de restauración del monumento, destacaba que uno de los objetivos de este tipo de obras es que “la inversión revierta en el municipio que tiene lugar la actuación. En este caso todo el personal que se contrató eran personas de la localidad”.

Los trabajos de restauración se desarrollaron entre finales de 2016 y principios de 2018, combinando intervenciones arqueológicas de excavación y análisis paramental con las labores propias de restauración. El objetivo del proyecto ha sido “la consolidación estructural y puesta en valor patrimonial de un tramo de muralla en la zona del Portillo” detallaba Antonio Perea, el arquitecto director facultativo del proyecto.

Los descubrimientos arqueológicos más significativos durante las obras han sido tres nuevas torres adosadas a la cerca del Alcázar -una torre cristiana y dos almohades y una escalera del S. XVI en la liza-, el descubrimiento de una cerca califal en el Alcázar, anterior a la almohade, o la caracterización estratigráfica de los jardines de palacio desde el siglo X al siglo XVII entre otros.

Y aunque se ha puesto en valor gran parte de un importante patrimonio, “esto es la punta del iceberg” puntualizaba Marco Antonio Gavira, arqueólogo durante las obras, quien animaba a “exigir un compromiso, por parte de las administraciones, para continuar con la restauración de todo el ámbito del Alcázar porque tenemos que tener en cuenta que esto en una pequeña proporción del mismo”.

Tomaba la palabra para cerrar el acto, antes de descubrir la plaza, la alcaldesa de Marchena, Mª del Mar Romero quien daba las gracias a instituciones, exalcaldes -especialmente a Juan Antonio Zambrano- y a Acupamar, así como a Diputación de Sevilla “por la ayuda de 20.000 euros para apuntalar el monumento y que gracias a esa actuación provisional se pudo mantener en pie”.

Entre los siguientes proyectos patrimoniales, Romero anunció los primeros estudios arquitectónicos que se han de desarrollar en los Jardines de Palacio, así como la Fase II de la Muralla. También las obras de consolidación del monumento de la Ronda del Alcazaba, que comenzarán el mes que viene, y las Torres de la calle con el mismo nombre.

La primera edil lanzaba un mensaje para las futuras corporaciones, encaminado a que “el patrimonio de Marchena debe seguir el ritmo que se ha iniciado en este mandato en inversiones, tiene que ser fundamental para el desarrollo turístico y económico del municipio”.

El acto estuvo amenizado por dos artistas de gran bagaje en música antigua, Daniel Parejo Martínez y Chiqui García, quienes estuvieron tocando mientras los vecinos pudieron visitar la muralla en todo su esplendor.