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El abastecimiento de agua está garantizado a pesar de la sequía

La falta de recursos hídricos, sin embargo, pone en peligro el riego en los campos sevillanos

28 dic 2017 / 19:43 h - Actualizado: 29 dic 2017 / 10:34 h.
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  • El pantano Torre del Águila de Utrera sufre los efectos de la sequía que azota prácticamente a todo el país. / Jesús Barrera
    El pantano Torre del Águila de Utrera sufre los efectos de la sequía que azota prácticamente a todo el país. / Jesús Barrera

Las reservas de agua que almacenan los embalses de la demarcación del Guadalquivir, a fecha de 1 de diciembre, se encontraban al 31,5 por ciento del total y al 25,9 por ciento en el sistema de regulación general. Unas cifras que ha levantado todas la alarmas y han llevado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo autónomo dependiente del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a solicitar al Gobierno central la aprobación de un Real Decreto de Sequía para la demarcación del Guadalquivir. Esta sequía afecta fundamentalmente en la provincia de Sevilla al riego de los campos. Sin embargo, la situación para el abastecimiento humano es muy diferente. En conjunto, los embalses que suministran a los 105 municipios de la provincia de Sevilla tienen agua almacenada por encima del 50 por ciento.

De hecho, las reservas de los pantanos de los que se nutren Emasesa y Aljarafesa, las dos empresas que surten a más habitantes de la provincia, la primera a más de un millón de vecinos y la segunda a unos 350.000, se encuentran al 62,7 por ciento de su capacidad –Aracena (60,2 por ciento), Zufre (64,9 por ciento), Minilla (76,8 por ciento), Gergal (59,7 por ciento), Melonares (69,8 por ciento) y Cala (29 por ciento)–.

Estas cifras, según admitió ayer el gerente de la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (Aeopas), Luis Babiano, indican que el abastecimiento de agua potable para los sevillanos está garantizado para este próximo año, aunque manifestó que se deben realizar campañas de sensibilización: «Hacer llamadas de atención a la población» para que se haga un consumo racional del agua. Recordó que cuando se ha concienciado a los vecinos, en Sevilla se ha llegado a ahorrar entre un 5 y un 9 por ciento en el gasto de agua.

Babiano, sin embargo, marcó en negro a la Sierra Sur, donde sí han tenido y pueden volver a padecer problemas en el suministro de agua potable, porque no hay regulación y porque las infraestructuras son obsoletas, a diferencia de lo que sucede en el resto de la provincia. Unos ejemplos claros de buen servicio son Emasesa, Aljarafesa y el Consorcio del Huesna que cuentan con sistemas digitalizados para saber dónde se producen pérdidas de agua, que son escasas; las redes están muy sectorializadas y es habitual que los contadores de agua sean individuales.

Pero lo que sin lugar a dudas sufre un problema es el campo. Su situación es mala, porque los pantanos del sistema de regulación general que abastecen al regadío están en situación de sequía, indicó el gerente de Aeopas, quien informó de que hay serias dudas de que pueda haber una campaña de riego normal.

Ante esta situación, la CHG solicitó ayer al Gobierno de Madrid la aprobación de un Real Decreto de Sequía para la demarcación del Guadalquivir. El Real Decreto de Sequía, según la Confederación, una vez aprobado estará en vigor hasta el 31 de diciembre de 2018, permitiría modificar temporalmente en situaciones excepcionales las condiciones de uso del dominio público hidráulico.

Además, contempla la posibilidad de activar fuentes alternativas de recursos, como aguas subterráneas, para atender las demandas más urgentes; la reducción a la mitad de los plazos previstos en la tramitación de los procedimientos afectados por la aplicación de las medidas excepcionales; la reasignación de recursos para atender usos prioritarios, como se prevé en la normativa del Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir; o la facilitación del intercambio en las cesiones de derecho.

Según el comunicado de la CHG, desde 2013-14 se vienen registrando en la cuenca del Guadalquivir un volumen de precipitaciones inferior a lo normal. Así, la precipitación media en los embalses de la cuenca en el último cuatrienio fue de 504 milímetros, un 14 por ciento inferior a los 583 que constituyen la media de los últimos 25 años y casi idéntica a los 499 milímetros recogidos en el año 2016-17.

En lo que respecta al año hidrológico en curso (2017-2018), la precipitación media en los embalses de la demarcación hidrográfica durante los meses de octubre y noviembre ha sido de 94 milímetros, lo que se traduce en un déficit de precipitación del 38 por ciento con respecto al valor medio del mismo período de los 25 años anteriores (152). Las aportaciones recogidas durante esos dos meses han sido de 154 hectómetros cúbicos, lo que implica un descenso del 61,5 por ciento sobre la media histórica de los últimos veinticinco años (400). En el mes de diciembre, con solo 33,5 milímetros hasta la fecha frente a los 93 de media, no parece que vaya variar esta situación, señaló la CHG en su comunicado.