El camarín de la Virgen del santuario de Consolación de Utrera acogió ayer el acto de firma del convenio entre el Arzobispado de Sevilla y el Ayuntamiento de la localidad para restaurar el altar mayor del templo al que cada año acuden miles de peregrinos a venerar la imagen de la Patrona de Utrera.
El acuerdo recoge iniciar las obras una vez finalicen los cultos y peregrinaciones del próximo mes de septiembre con el fin de que estén concluidas, o casi finalizadas, antes de septiembre de 2019 para los nuevos cultos y la llegada de devotos, según explicó el alcalde de Utrera, el socialista José María Villalobos.
Las obras tendrán un presupuesto cercano a los 700.000 euros, aunque se espera que esa cantidad se rebaje en el proceso de licitación. El Consistorio utrerano aportará la mitad y el Arzobispado, bien directamente o mediante otras fórmulas de financiación, se hará cargo del 50 por ciento restante.
Para iniciar los trabajos los presupuestos municipales actuales de 2018 ya recogen una partida de 150.000 euros y en el próximo ejercicio el regidor avanzó que habrá una cantidad similar.
El retablo mayor del santuario de Consolación se trata de una de las joyas barrocas más importantes que hay Andalucía, que destaca por sus dimensiones de 15,5 metros de altura y 12 de anchura.
La restauración permitirá recuperar esta pieza artística utrerana que estaba muy deteriorada. Presenta problemas como la caída de diversas piezas como consecuencia de la pérdida de ensambles y tiene fisuras, mutilaciones y pérdida del soporte en la estructura visible del retablo, además de polvo y suciedad acumulados a lo largo de la historia.
Esta nueva restauración también corregirá las tres intervenciones que se han realizado en el retablo desde su terminación, porque no han sido afortunadas habiendo creado una tensión en la estructura original que a su vez ha provocado otros problemas.
Otras deficiencias detectadas han sido la pérdida de dorados, estofados y policromías, además de la existencia de unos repintes poco afortunados como el de la zona baja que originariamente eran de un tono azul que fue tapado con un tono rojizo.
Un importante ataque de insectos xilófagos, que ahora no están activos, produjo además la pérdida de madera que, en algunas zonas, es superior al 30 por ciento, lo que resulta una de las deficiencias más graves unidas a la pérdida de dorados, estofados y policromías.
Aunque inicialmente no estaba previsto, el proyecto incluye la restauración del artesonado del presbiterio debido a que la parte alta del retablo esta fusionada a él mediante anclajes.
Los trabajos comenzarán con una primera fase de fijación de los muros en la zona próxima al altar mayor, que están provocando grietas y fisuras. Tras ello se iniciará la restauración del retablo fijando los elementos del altar de una forma más satisfactoria y se dará comienzo a la tarea más complicada dirigida a la recuperación de los elementos decorativos, así como a la limpieza de las capas policromadas.
En la firma del convenio el representante del Arzobispado, el sacerdote utrerano rector del santuario, Joaquín Reina Sousa, manifestó que el proyecto de restauración elaborado por el Instituto Andaluz de Patrimonio (IAPH) prevé que los trabajos sean compatibles con las visitas turísticas guiadas a las obras, que el impacto visual sea el mínimo posible y que la Virgen de Consolación se mantenga en el templo para ser venerada por los fieles.
Por su parte, el alcalde de Utrera destacó que la colaboración institucional está dando frutos en Utrera para recuperar la historia y el arte. En este sentido recordó que, además de este convenio para la restauración del altar mayor del santuario, existen otros con la Iglesia para la recuperación de las tres principales parroquias de la ciudad como son Santiago El mayor, Santa María de la Mesa y San José.