El arte de comer de lujo sin pecar

Trece restaurantes, cuatro confiterías y cuatro cafeterías le ponen toda su pasión a las primeras Jornadas de Gastronomía de Cuaresma de Los Palacios y Villafranca

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
27 mar 2018 / 07:24 h - Actualizado: 27 mar 2018 / 07:24 h.
"Gastronomía","Semana Santa"
  • Los restauradores palaciegos presentaron sus creaciones en el restaurante La Pachanga. / A.R.
    Los restauradores palaciegos presentaron sus creaciones en el restaurante La Pachanga. / A.R.
  • Alguna de las sabrosas creaciones gastronómicas que se podrán degustar estos días. / A.R.
    Alguna de las sabrosas creaciones gastronómicas que se podrán degustar estos días. / A.R.

Que el verdadero sacrificio cuaresmal no consiste tanto en dejar de comer carne como en entregarse a los demás lo han entendido a la perfección los restauradores palaciegos, conscientes de tres realidades respaldadas por tres sacrificios: el primero, que ellos son los artífices de que Los Palacios y Villafranca, que promociona este año su marca Destino Gastronómico, se haya ganado en la provincia el título de pueblo de la buena mesa, pues el principal atractivo turístico del municipio es que «aquí se viene a comer bien», como subraya su alcalde, Juan Manuel Valle (IU), cada vez que tiene ocasión. El segundo, que este lujo gastronómico se basa en negocios de tradición familiar, como indicó Rafael Pérez, el dueño de La Pachanga, uno de los restaurantes puntales del pueblo que cumplía precisamente la semana pasada, cuando se presentaban allí las I Jornadas Gastronómicas de Cuaresma, sus 40 años de historia, «y todos intentamos poner lo mejor de nosotros mismos echando 15 horas de trabajo diarias», insistió Pérez. El tercero, que ese concepto de familia se ha extendido al sector de los restaurantes palaciegos hasta el punto de que no se entienden entre sí como competencia sino como partícipes de un objetivo común.

Tanto es así, que casi todos participaron el pasado mes de enero en la especial promoción de la marca Destino Gastronómico que hizo el Ayuntamiento palaciego en Fitur; todos se han volcado con las tapas de enamorados en torno a San Valentín; todos acuden a cuantos eventos organiza la Concejalía de Turismo, como la conferencia impartida hace unos días en Casa Moral por el director de la Escuela Hotel Convento Santo Domingo de Archidona, Antonio Carrillo, bajo el título de Actualidad de la Gastronomía de Cuaresma, o en el taller Dulces de convento en que los confiteros locales, que también participan en la iniciativa de estas jornadas, enseñaron en el Aula de Menaje Distinguido a elaborar pestiños, torrijas, buñuelos, roscos fritos, arroz con leche o natillas, como los han hecho las abuelas que los enseñaron a ellos...

Hasta el 1 de abril, Domingo de Resurrección, el pueblo no se promociona tanto con sus cofradías como con los platos cofrades que ofrecen sus mejores restaurantes, confiterías y cafeterías, en un ejercicio estético que funde la imaginación poética con las hermandades locales y, sobre todo, con la buena mesa de vigilia. Así, el bar Rocío ha llamado a un bacalao sobre salsa de ajos negros Cautivo de sabor; en honor a la parroquia del barrio, el restaurante Casa Juanma ofrece su Bacalao cofrade de El Buen Pastor; y La Pachanga, un Bacalao espiritual y potaje de vigilia con gambones. Por su parte, Manolo Mayo –referente a nivel nacional– ha confeccionado un Nazareno de pasión con brandada de bacalao y espinacas, y Casa Moral –el espacio gastronómico más grande de la provincia–, en honor al santo de su propia capilla, unas Tarbinas de bacalao glorificadas de San Ginés. Los restaurantes que participan son precisamente 13, como Cristo y sus apóstoles.

En este sentido, Taberna La Liebre ofrece un Bacalao confitado y gratinado con ali oli de albahaca y pisto de la abuela; el bar Morillo, una de sus grandes pizzas bautizada ahora como Bocado de pasión, con setas, calabacín y pimientos de la huerta palaciega, y bacalao con cabrales; la Tasca Ramos, un Mero al azafrán de Cuaresma, el restaurante No Ni Ná, Bacalao frito, con fritura de nuestra huerta; Casa Troncoso, un Costal de nubes; Pícaro de Tapeo, El milagro del pan y los peces, que es una forma más piadosa de llamar a las tarbinas de bacalao; el bar Casa Joaquín, un Bacalao a la Veracruz; y el bar Échate P’allá Tapas, unas Habitas baby al aroma de la hierbabuena con navajas.

En cuanto a los dulces de Cuaresma, la confitería Distinguido presenta unos Roscos fritos de anís; el horno La Magdalena, La Anunciación, que es en rigor un mousse de pestiño con base de bizcocho de especias; la confitería Pepita Vázquez, Torrijas de gloria, y la histórica confitería Navarro –la decana en Los Palacios y Villafranca–, Pestiño de especias y miel. Por su parte, Café Hollywood, que promociona desde aquí los cafés especiales, ofrece estos días un Capuccino de torrija.

La televisión y las redes sociales municipales ofrecen esta Semana Santa un spot elaborado por la empresa de publicidad local Grado Creativo que recoge todos los detalles de este proyecto que empezó el 15 de marzo y concluye el Domingo de Resurrección.

El regidor palaciego ha invitado a los sevillanos que vengan a disfrutar de la Semana Santa a que culminen su estancia «con una buena tapa, plato o postre en nuestros establecimientos, pues es la mejor labor que podemos hacer para seguir promocionando nuestro pueblo, para seguir dinamizando la economía, porque ello significa negocio para los empresarios y empleo para los trabajadores, y esos son los mejores indicadores del nivel de desarrollo de un pueblo».