El Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca se ha visto obligado hoy mismo a retirar el ya famoso columpio colectivo de la Plaza de Cuba por el constante uso incívico que se hace de él. El columpio, redondo y adaptado para niños con diversidad funcional, aunque pueden montarse también hasta cuatro chiquillos siempre que no haya demanda de discapacitados, fue inaugurado con la remodelación de la plaza hace casi un año. Desde entonces, es una continua fuente de conflictos porque todas las tardes se pasean en él alrededor de una decena de menores -algunos no tan menores- simultáneamente, a veces de forma violenta, hasta el punto de que, en al menos dos ocasiones en las últimas semanas, según ha podido comprobar este periódico, dos chicas han sufrido consecuencias al doblarse un tobillo en un caso y una pierna en el otro. De hecho, han precisado atención médica.
“No íbamos a esperar a tener que lamentar consecuencias mucho más graves”, ha reconocido el alcalde, Juan Manuel Valle (IU), que ha pedido disculpas “a esos menores que no podrán disfrutar temporalmente del columpio por el uso salvaje e incívico de algunos”. Y ha añadido en sus perfiles de redes sociales: “Lo más grave es el pasotismo de muchos adultos. Espero que la medida nos ayude a reflexionar conjuntamente durante unos días, ya que las continuas advertencias no sirven”.
Según el primer edil, “todas las tardes tiene que ir la Policía Local a llamar la atención y advertir del peligro”. Sin embargo, la mayoría de los adultos responsables de los niños que se balancean peligrosamente hacen caso omiso mientras continúan departiendo en los veladores de una cafetería cercana. De modo que muchos palaciegos opinan ya que la medida es acertada. El asunto ha generado un debate en este prólogo de la Navidad. En el lugar del columpio retirado puede leerse un cartel que reza: “Debido al mal uso de algunas personas, a la pasividad de algunos adultos acompañantes y ante el peligro que eso conlleva, el Ayuntamiento se ve obligado a retirar temporalmente este columpio adaptado. Disculpen las molestias”.
Preguntado por el tiempo que el columpio permanecerá retirado, Valle ha insistido solamente en que la intención “es generar un debate social y dar un escarmiento”. La medida puede ser ejemplar en otros municipios porque podría obligar a reflexionar socialmente sobre el uso lo público, sobre la consideración a las personas con diversidad funcional, sobre el rol de los padres y tutores y sobre la responsabilidad y la educación de los más pequeños.