El colegio ‘de detrás de la plaza’ cumple medio siglo

El CEIP Astigi de Écija celebra su 50 cumpleaños con una exposición que repasa la vida del colegio, construido detrás de la plaza de abastos

09 abr 2019 / 08:17 h - Actualizado: 09 abr 2019 / 08:55 h.
  •  Uno de los actos del colegio por su 50 aniversario. / El Correo
    Uno de los actos del colegio por su 50 aniversario. / El Correo

El colegio público Astigi cumple 50 años. Con este motivo, el centro escolar organiza hasta el 12 de abril y entre el 22 y el 26 del mismo mes, una exposición de fotos que repasa su medio siglo de vida. En el vetusto colegio puede haber matriculados cerca de 300 niños y niñas con edades comprendidas entre los tres y los 12 años.

El Astigi se llama así desde hace apenas 16 años. Nació como colegio García Morato, pero “casi nadie de la población de Écija lo conocía por ese nombre, lo conocía como ‘el colegio de detrás de la plaza’”, explica el actual director del centro escolar, Santiago Merino.

El colegio Astigi comparte muros con el mercado de abastos de la ciudad y la gente de Écija prefería nombrarlo por su ubicación en lugar de por el nombre original. “Por eso, y para darle un nombre un poco más de centro educativo y con mayor conexión con la población, en 2003 se le cambió el nombre por el de Astigi”, resume Merino.

El colegio ‘de detrás de la plaza’ cumple medio siglo
Uno de los actos del colegio por su 50 aniversario. / El Correo

Además de cambiar de nombre, en sus cincuenta años de vida, este colegio ha cambiado en infraestructura, en la dotación de medios educativos, en la metodología y la didáctica. “Pero tenemos muchas cosas que mejorar, no lo tenemos todo hecho”, reconoce el director del colegio, que lleva en el Astigi 30 años de los cincuenta que cumple el centro escolar.

Una ubicación que le impide crecer

Entre esas cuestiones pendientes, la primera es que el Astigi “necesita seguir ampliando sus espacios de recreo y sus zonas deportivas”, dice Merino, señalando un problema endémico, ya que el colegio está limitado por su ubicación, y no hay solares cercanos que se puedan sumar para ampliar el patio.

“Necesitamos que se eliminen barreras arquitectónicas y se instale un ascensor”, sigue el director del Astigi. “Sin ir más lejos, el pasado viernes se escolarizó una niña con problemas de movilidad para los que no estamos preparados”. También hace falta arreglar los cerramientos de algunas ventanas y remodelar los aseos, ya que los de las aulas de infantil no se tocan desde que el Astigi se llamaba todavía García Morato.