El descuartizador de Dos Hermanas dice que «no quería matar» a su tío

El acusado ha reconocido que acabó con su vida a golpes y que lo descuartizó «porque no sabía qué hacer»

30 jun 2017 / 11:23 h - Actualizado: 30 jun 2017 / 14:19 h.
"Tribunales"
  • El acusado frente a la jueza en la primera sesión del juicio. / Manuel Gómez
    El acusado frente a la jueza en la primera sesión del juicio. / Manuel Gómez

Con un escueto «sí», Francisco Javier Román de Dios ha reconocido que mató y descuartizó el cuerpo de su tío, con el que convivía en Dos Hermanas desde hacía algunos meses, para luego deshacerse de varias partes del cuerpo en el río Guadaíra. A preguntas de su defensa, el acusado ha dicho que «no quería matarlo» y que «nunca» creía que la discusión que se generó entre ambos iba a acabar así. Luego lo descuartizó porque «no sabía que hacer». Su defensa alega que actuó bajo los efectos de la droga. El acusado, que ha dicho estar «arrepentido», se enfrenta a 25 años y cinco meses de prisión por un delito de asesinato y otro de profanación del cadáver.

La declaración del acusado ante el jurado popular que lo juzga ha sido muy breve, ni siquiera cinco minutos. La única pregunta que le ha hecho la Fiscalía es que si después de haber escuchado el relato de hechos expuestos en la sala reconoce que son ciertos. «Sí», se limitó a contestar el descuartizador. «No hay más preguntas», ha sido la respuesta de la fiscal ante la sorpresa de la sala.

A continuación, el acusado, de 39 años de edad, ha contestado a cuatro preguntas de su abogada defensora. Según su versión, la noche del 26 de febrero de 2016 había consumido drogas, ya que desde los «16 o 17 años» es consumidor habitual, aunque «quería» rehabilitarse. Entre tío y sobrino se originó una discusión motivada porque este vendía objetos de la víctima sin consentimiento de esta, el último una consola PlayStation 4. Francisco Javier Román ha asegurado que «nunca pensaba que los hechos ocurrieran así», con la muerte de Diego de Dios, de 54 años, a golpes. Hasta 12 impactos, propinados con una picota y una machota, recibió en la cabeza. Luego fue descuartizado en el cuarto de baño por su sobrino, que tres meses antes se había venido desde Gerona a vivir con su tío materno. El acusado asegura que cuando descuartizó el cadáver no lo hizo con intención de faltarle al respeto, sino porque «no sabía que hacer».

Sin embargo, para la Fiscalía el acusado «mató a su tío» y no fue «un simple homicidio, sino que hay un plus, porque no fue solo un discusión. Le sorprendió y lo mató empleando armas, cuando Diego no tenía nada». Así fue como «lo dejó inconsciente y, privado de toda defensa, lo remató, le dio hasta 12 golpes». A lo que ha añadido que el acusado «sabía lo que hacía y quería hacerlo», por lo que «no se produce ninguna atenuante.

Igualmente, para la representante del Ministerio Público «hubo otro plus, la falta de respecto hacia el fallecido», recalcando «la labor que tuvo que hacer para descuartizarlo, cuando esto no era necesario para ocultar el cadáver».

Antes de este alegato, la fiscal sí precisó que retiraba la agravante de parentesco que reclamaba en su escrito de acusación, al reconocer que había un error, porque la misma solo puede ser aplicada en caso de familiares hasta el grado de hermanos.

Por su parte, la defensa del acusado, que reclama la libre absolución y de forma subsidiaria un delito de homicidio, hizo una crítica a la prensa por haber «estigmatizado» a su cliente por relatar que «mató y descuartizó» a su tío. La letrada ha afirmado que Francisco Javier Román «no tenía intención de faltar al respeto, sino que su única intención al descuartizarlo era deshacerse del mismo». «Este señor se encontraba en una encrucijada», ha dicho.

Asimismo, la abogada ha insistido en que en caso de condena a su representado se le debe aplicar la atenuante de drogadicción porque, a su juicio, «está acreditado que consumía drogas». A la salida de la sala, la letrada ha aclarado a los periodistas que el acusado no tiene antecedentes por homicidio, pues solo le consta por tráfico de drogas.