El estudio del tesoro de Tomares puede necesitar hasta diez años

Dos expertas señalan las «dificultades» de la investigación pero tienen una «óptica optimista» dados los «logros» cosechados desde 2016

17 sep 2019 / 11:42 h - Actualizado: 17 sep 2019 / 11:47 h.
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La investigación científica promovida en torno al "tesoro" de 19 ánforas cargadas de monedas romanas descubierto en Tomares (Sevilla) el 27 de abril de 2016, en el marco de las obras de acondicionamiento del parque periurbano de El Zaudín, puede prolongarse "entre cinco y diez años" hasta conseguir "resultados fiables" que se traduzcan en un "catálogo general" del total de las monedas y una "completa interpretación histórica y económica de su significado".

Tal extremo figura en las conclusiones de un trabajo publicado este año por Ana Navarro Ortega, directora del Museo Arqueológico de Sevilla, y la catedrática de Arqueología de la Universidad de Sevilla Francisca Chaves Tristán. En dicho artículo, titulado 'El tesoro de El Zaudín, proyecto y realidad', Ana Navarro y Francisca Chaves pormenorizan y actualizan la información relativa a la investigación científica desplegada en torno a este "tesoro" descubierto fortuitamente aquel 27 de abril de 2016 durante el acondicionamiento del olivar de El Zaudín como parque público, al arrastrar la pala de una máquina retroexcavadora buena parte del conjunto de 19 ánforas, ocho de las cuales fueron rescatadas ya fragmentadas.

El hallazgo de estas 19 ánforas repletas de monedas de bronce constituye el mayor descubrimiento arqueológico de los últimos tiempos en la provincia de Sevilla y de los más importantes en el ámbito estatal, toda vez que su localización tuvo un impacto de carácter mundial al hacerse eco medios de comunicación de no pocos países.

Una posterior excavación arqueológica del lugar supuso el hallazgo de 105 monedas más enterradas fuera de las ánforas, toda vez que durante una rueda de prensa celebrada el pasado mes de mayo, la directora del proyecto de investigación, Yolanda González-Campos Baeza, detallaba que partiendo de la base de que nueve de las ánforas siguen cerradas, se calcula que el "tesoro" estaría formado por 53.208 monedas de bronce a cuenta de la capacidad máxima de estos recipientes.

La cronología de las monedas, todas ellas de bronce aunque con pequeños contenidos de plata, ha sido fijada entre los años 294 y 312 de la era actual, es decir entre finales del siglo III y comienzos del IV. Así, el "tesoro" se encuadra en el periodo de la Tetrarquía del Bajo Imperio Romano, un sistema de gobierno instaurado por el emperador Diocleciano en el año 293 después de Cristo y marcado por la conflictividad, al ser dividido el poder entre dos augustos y dos césares hasta que en el año 313 el gobierno fue reunificado en torno al augusto Constantino.

LAS NUEVE ÁNFORAS "INTACTAS"

Al respecto, y en este trabajo recogido por Europa Press, Ana Navarro y Francisca Chaves Tristán detallan las técnicas y procedimientos seguidos para el estudio e investigación del "tesoro" de Tomares, comenzando por "la limpieza, inventariado y almacenamiento del conjunto" tras la entrega del mismo en el Museo Arqueológico de Sevilla.

En ese sentido, las autoras de este artículo precisan que las monedas "se conservan en un estado bueno o muy aceptable en su mayoría" y que las nueve ánforas aún "cerradas e intactas" han sido sometidas a un "levantamiento fotogramétrico en tres dimensiones" para calcular "su volumen". No obstante, Ana Navarro y Francisca Chaves Tristán avisan de que aún no ha sido posible determinar "el contenido exacto del interior" de estos recipientes cerrados.

En cuanto a otras ocho ánforas descubiertas fragmentadas, estas investigadoras exponen que "si bien en algunos casos su fractura pudo ocurrir en el momento del hallazgo o el transporte, se constata que las roturas son antiguas, debiéndose al propio peso y a la presión de la masa monetaria de su interior". Tres de estas ánforas, según figura en este trabajo, han sido ya reconstruidas de manera "casi completa", mientras las cinco restantes lo han sido sólo parcialmente. De estos recipientes han sido recogidas y contabilizadas 22.474 monedas, unas 2.000 de ellas ya "catalogadas definitivamente", según estas expertas.

Además de las nueve ánforas intactas y las ocho fragmentadas, media el caso de "dos ánforas rotas pero que conservan aún parte de las monedas adheridas a su interior y deberán tenerse en cuenta de manera especial", una de las cuales ha sido objeto de "una intervención arqueológica y arqueográfica". Las monedas de este recipiente, ya catalogadas, fueron emitidas entre los años 294 y 312 de la era actual, dentro de la cronología atribuida al "tesoro", y entre ellas figurarían "algunos ejemplares raros o de especial interés".

Las investigadoras exponen además que el Centro de Aceleradores de la Universidad de Sevilla colabora en el estudio de las monedas mediante "minuciosos y variados análisis físico-químicos con referencia al metal monetario de los ejemplares", afrontando "el análisis rutinario mediante micro fluorescencia de rayos X de todas las monedas restauradas y catalogadas hasta ahora, con el fin de conocer la composición química de cada moneda para poder estudiar en detalle la evolución metalúrgica de cada ceca en relación a cada emperador y año de emisión".

LAS "DIFICULTADES" DE LA INVESTIGACIÓN

En paralelo, Ana Navarro y Francisca Chaves Tristán señalan "las dificultades" que afronta la investigación de este "tesoro", como consecuencia de la necesidad de conseguir "suficientes recursos económicos" y "la complejidad que entraña la planificación detallada del estudio no invasivo de las ánforas cerradas", avisando de que este estudio constituye "un importante desafío".

Empero, estas autoras esgrimen los "logros" cosechados desde 2016 y señalan que "considerando la envergadura del hallazgo y comparándolo con otras investigaciones realizadas en colecciones de esta tipología por otras instituciones como el British Museum", procede "una óptica optimista en la consecución de los objetivos de investigación".

Eso sí, Ana Navarro y Francisca Chaves avisan de que desde una perspectiva "pragmática", lo cierto es que "el tesoro de El Zaudín necesitará un tiempo de estudio de entre cinco y diez años para aportar resultados fiables que puedan ser plasmados tanto en un catálogo general del total de las monedas, como en una completa interpretación histórica y económica del significado de esta singular tesaurización del Bajo Guadalquivir".