El oficio del buen pastor pasea por Guadalcanal

Una feria permite recuperar las tradiciones ganaderas del municipio, desde el esquilar ovejas hasta el ordeño de cabras

19 may 2018 / 21:18 h - Actualizado: 19 may 2018 / 21:41 h.
"Ganadería"
  • Una piara de ovejas recorrió la avenida de la Constitución de Guadalcanal. / J.A.F.
    Una piara de ovejas recorrió la avenida de la Constitución de Guadalcanal. / J.A.F.
  • Hubo una sesión de doma en libertad. / J.A.F.
    Hubo una sesión de doma en libertad. / J.A.F.
  • Muchos jóvenes veían por primera vez cómo se esquilaba a una oveja a la antigua usanza. / J.A.F.
    Muchos jóvenes veían por primera vez cómo se esquilaba a una oveja a la antigua usanza. / J.A.F.

Allá por el mes noviembre Guadalcanal regresó al otoño. Este sábado retrocedió unos 50 años en el tiempo. Entre un hecho y otro hay un denominador común, el Grupo de Recuperación Patrimonial de Guadalcanal. Un conjunto de personas que, tras su paso por la escuela de adultos decidieron continuar con un apredizaje lejos de calificaciones y más centrado en su entorno. Desde entonces, intentan recuperar todo aquello que este pueblo serrano ha ido perdiendo y olvidando con los años. Estudios de diverso tipo que van desde la biografía de Pedro Ortega Valencia, descubridor de la isla del pacífico llamada Guadalcanal, hasta el recorrido que hacía la antigua muralla que rodeaba el pueblo. El Grupo de Recuperación Patrimonial es escuela viva y ayer volvieron a demostrarlo.

Aprovechando una bondad climatológica que no se esperaba, al borde del mediodía una piara de ovejas recorría la principal arteria de Guadalcanal, la avenida de la Constitución. Habían entrado por la calle San Francisco y acabaron su recorrido en el paseo de El Coso, en el otro extremo del pueblo. Desde primeras horas numerosos vecinos salían a las puertas de sus casas para verlas pasar. Para algunos, los más jóvenes, era una novedad. Para otros, un bonito recuerdo. Con ellas se iniciaban las primeras jornadas ganaderas de Guadalcanal, aunque bien podría decirse que eran, también, de la Sierra Morena de Sevilla, debido a la expectación que ha despertado en los pueblos de alrededor.

La expectación creció aun más cuando llegó el turno de esquilarlas. Éste sigue siendo un oficio vigente que, en el mayor de los casos, suele hacerse por cuadrillas especializadas que viajan por gran parte del país. Sin embargo, ayer fue hecha por guadalcanalenses que volvieron a fajarse para demostrar que recordaban y querían transmitir ese recuerdo a los suyos. Entre ese público, muchos jóvenes veían por primera vez esta práctica, atónitos ante tal hecho. Además de la pela a máquina, que es la más común, también se hizo una demostración de pela a tijeras. Rememorando las prácticas, fueron muchos los guadalcanalenses que buscaron tomar parte y pedían la vez para pelar alguna oveja.

El ganado ovino no fue el único protagonista de estas jornadas, sino que el caprino también tuvo su hueco. En un corral instalado para la ocasión, José hizo una demostración del ordeño de este animal que da una de las mejores leches que podemos tomar y un mejor queso. Explicó a los asistentes el procedimiento del ordeño y también quiso recordar que en su tiempo fue un modo de vida para muchos vecinos de Guadalcanal como él.

El equino puso la nota estética mostrando la práctica de la doma en libertad, merced a la colaboración de Rafael Arcos. Los caballos dieron a conocer sus amplias posibilidades, demostrando su versatilidad y belleza en todos los sentidos.

Además del ganado, en las primeras jornadas se mostró cuanto tenía que ver con la labor del pastor, y así, en una de las casetas del paseo, se recreó la vivienda en la que solían habitar estos con los objetos que usaba en su día a día, además de un chozo hecho para tal efecto. Las jornadas dieron espacio también a la gastronomía, con un peculiar concurso de calderetas que después pudo degustar todo el que quiso.

El evento superó todas las expectativas, y es por ello que la satisfacción era mayor al cumplir el propósito inicial. «Quien cuida el campo cuida la vida. Está en nuestras manos. La producción de carne y leche en la Sierra Morena de Sevilla es tan importante que si supiésemos valorar lo que tenemos no haría falta salir de Andalucía para consumir los mejores productos».