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Operarios trabajan en el Paseo de Consolación en la adecuación de la arboleda. / V.C.
El Paseo de Consolación de Utrera va a iniciar un proceso de renovación escalonada de una buena parte de su arbolado, en concreto en los cerca de dos centenares y medio de ejemplares de olmos de la especie Ulmus Pumila L, que se encuentran afectados por las secuelas del paso del tiempo, principalmente por las podas agresivas que han sufrido.
Así lo recomienda un informe elaborado por los técnicos de la Delegación de Medio Ambiente que han realizado un estudio para conocer la situación de la flora de este espacio público. El estudio ha sido encargado por el Gobierno local con el fin de evaluar el estado de la arboleda así como la indicación, planificación y preparación de las medidas a adoptar en caso de temporal de viento o lluvia para garantizar la seguridad de las personas, al ser este uno de los lugares más concurrido de la ciudad.
Dicho informe, al que ha tenido acceso este periódico, realiza esta recomendación dado a que el mal estado de los olmos provoca riesgos de desprendimientos de las ramas tal y como viene sucediendo cada vez que hay viento.
Según el delegado de Medio Ambiente, Carlos Guirao, la decisión que adoptará el Consistorio es «aceptar» esta recomendación «dado que es por motivos de seguridad para los miles de viandantes que a diario caminan o hacen deporte por este lugar». No obstante, aclara que, antes de iniciar este proceso, se realizará un nuevo informe individualizado sobre todos y cada uno de los olmos que existen en el paseo, en concreto 104 unidades en el margen derecho y 128 en el izquierdo. Dichos árboles se encuentran intercalados con un total de 106 palmeras del tipo Washingtonia sp que, según señala, también el informe general, se encuentran en buen estado.
La renovación se hará de forma escalonada en el tiempo, porque aunque «los olmos presentan aparentemente una masa foliar en buen estado vegetativo, en los troncos se aprecian heridas y podredumbres internas debido a las podas severas o desmoches realizados durante muchos años que han provocado y debilidad estructural de los árboles», indica.
Estas malas prácticas realizadas en años anteriores, según el informe, «han provocado defectos estructurales graves en la copa que se manifiestan en grandes oquedades y una fina pared residual que propicia la fractura y el desprendimiento de ramas».
Según explica el delegado de Medio Ambiente, el tiempo que baraja para realizar esta renovación escalonada de los olmos es de entre 10 y 15 años con el objeto de «disminuir el impacto visual y ambiental negativo que supone la eliminación brusca de estos ejemplares».