El paso a nivel de Tocina-Los Rosales volverá a contar con un paso de cebra

La construcción de un refugio permitirá eliminar la inseguridad

30 jun 2016 / 21:17 h - Actualizado: 30 jun 2016 / 21:24 h.
"Movilidad"
  • El paso a nivel de Tocina-Los Rosales volverá a contar con un paso de cebra. / El Correo
    El paso a nivel de Tocina-Los Rosales volverá a contar con un paso de cebra. / El Correo Helena Peña

En Tocina-Los Rosales había, hasta diciembre, un paso de cebra que salvaba el paso a nivel hasta la estación de tren, un lugar por el cruzaban –y aún hoy cruzan– cientos de vecinos de la localidad.

Pero cuando la Diputación acometió el pasado año el reasfaltado de la carretera SE-4102, que transcurre en paralelo a las vías del tren, los técnicos de la institución provincial –organismo competente del vial– decidieron eliminar el mencionado paso de peatones por considerarlo «no seguro». El motivo, que «no había zona de refugio con burladero en la vía del tren», es decir, no había una zona de protección para las personas en el mencionado cruce.

Sin embargo, el Ayuntamiento, con su alcalde, Francisco José Calvo (PA), a la cabeza, se opuso desde el primer momento a esta decisión por pensar que era peor el remedio que la enfermedad, advirtiendo de que los tocineros «seguirían pasando igualmente sin el paso de cebra, algo que se confirmó con el tiempo», señala Calvo.

Esto motivó, junto a las quejas trasladadas por los vecinos afectados –pertenecientes al conocido como barrio de la Estación o simplemente usuarios del apeadero–, numerosas reuniones entre el regidor, el concejal de Obras, Andrés Carmona, y los técnicos del Consistorio, quienes buscaron una solución que se puso en marcha finalmente el pasado lunes y que, en un plazo estimado de una semana, devolverá el paso a la zona, aunque con muchas más garantías a la hora de cruzar. «La carretera se va a desviar un metro con el objetivo de ganar un poco de espacio que permita incluir el refugio necesario para evitar el peligro», afirma Calvo sobre una actuación que se ha retrasado algo más de lo esperado porque requería una serie de permisos, tanto de la propia Diputación como del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), obstáculos que ya han quedado salvados.

El alcalde se muestra, por tanto, satisfecho de haber puesto fin a una situación de inseguridad para sus vecinos, recalcando al mismo tiempo que la obra apenas tendrá repercusión en las arcas municipales, dado que una parte la ejecuta el Ayuntamiento tocinero y otra la institución provincial.

En Tocina-Los Rosales había, hasta diciembre, un paso de cebra que salvaba el paso a nivel hasta la estación de tren, un lugar por el cruzaban –y aún hoy cruzan– cientos de vecinos de la localidad.

Pero cuando la Diputación acometió el pasado año el reasfaltado de la SE-4102, que transcurre en paralelo a las vías del tren, los técnicos de la institución provincial –organismo competente del vial– decidieron eliminar el mencionado paso de peatones por considerarlo «no seguro». El motivo, que «no había zona de refugio con burladero en la vía del tren», es decir, no había una zona de protección para las personas en el mencionado cruce.

Sin embargo, el Ayuntamiento, con su alcalde, Francisco José Calvo (PA), a la cabeza, se opuso desde el primer momento a esta decisión por pensar que era peor el remedio que la enfermedad, advirtiendo de que los tocineros «seguirían pasando igualmente sin el paso de cebra, algo que se confirmó con el tiempo», señala Calvo.

Esto motivó, junto a las quejas trasladadas por los vecinos afectados –pertenecientes al conocido como barrio de la Estación o simplemente usuarios del apeadero–, numerosas reuniones entre el regidor, el concejal de Obras, Andrés Carmona, y los técnicos del Consistorio, quienes buscaron una solución que se puso en marcha finalmente el pasado lunes y que, en un plazo estimado de una semana, devolverá el paso a la zona, aunque con muchas más garantías a la hora de cruzar. «La carretera se va a desviar un metro con el objetivo de ganar un poco de espacio que permita incluir el refugio necesario para evitar el peligro», afirma Calvo sobre una actuación que se ha retrasado algo más de lo esperado porque requería una serie de permisos, tanto de la propia Diputación como del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), obstáculos que ya han quedado salvados.

El alcalde se muestra, por tanto, satisfecho de haber puesto fin a una situación de inseguridad para sus vecinos, recalcando al mismo tiempo que la obra apenas tendrá repercusión en las arcas municipales, dado que una parte la ejecuta el Ayuntamiento tocinero y otra la institución provincial.