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Primer tramo de la futura ronda de circunvalación SE-40. / Pepo Herrera
La SE-40 es, históricamente, sinónimo de elecciones. Y es que el peso de las infraestructuras de la provincia comienza a aparecer en el discurso de los partidos políticos. Sin conocer aún quién será el elegido en las próximas elecciones, el PP, con su cabeza de lista por el Congreso –y portavoz municipal– Juan Ignacio Zoido, a la cabeza, anunció la esperada apertura del tercer tramo de la SE-40 «en dos años».
En una visita a las obras iniciadas en la estación de San Bernardo, Zoido anunciaba el «fin de las obras en la SE-40 antes de finalizar la legislatura». Junto a él, el número tres popular por Sevilla al Congreso, Ricardo Tarno, ofrecía novedades sobre las obras. «El tramo tres de la SE-40 comenzará a funcionar en 2018». Este, que enlazará la autovía de Utrera (A-376) y la autopista de Cádiz (A-4), en Dos Hermanas, sufrirá «cambios importantes» el próximo año. Así, tal y como afirmaba Tarno, «todo el tráfico desde el puerto de Algeciras con dirección Madrid, se ahorrará su paso por la ciudad», algo que, «reducirá hasta un 25 por ciento de tráfico» en tramos de la ronda SE-30, en concreto el comprendido entre la Gota de Leche y la salida a Bellavista. Calificada como «obra fundamental», según explicó Tarno, la apertura permitirá ocupar hasta un 30 por ciento del uso esperado en la circunvalación.
El tercer tramo de la futura ronda SE-40 ha sido una de las obras con más escollos. Ya en 2013, tras la paralización de las obras durante tres años por «el encarecimiento al que no estaban dispuestas a asumir las empresas encargadas de su ejecución», el Ministerio de Fomento anunció la aprobación del proyecto para concluir el tramo con ligeros retoques respecto a los planes originales. El ramal, que fue adjudicado por 58,6 millones, pasó a contar, tras las modificaciones correspondientes, con un coste total de 98,11 millones de euros.
En relación a los plazos de finalización de la SE-40, tanto Zoido como Tarno, presumían de la capacidad de poder «asegurar» el funcionamiento absoluto, o, para no pillarse los dedos, el inicio «total» de las construcciones de la SE-40 «antes del fin de la legislatura». Es decir, el año 2020. De este modo, la única complicación detectada por los populares hasta el momento se colocaría en los bajos del Guadalquivir, donde se situarían los túneles a la altura de Coria del Río. «El presupuesto necesario para la construcción de los mismos es aproximadamente de 700 millones», explicó el diputado, asegurando a su vez que, a pesar del coste, es un proyecto «asumible».
El objetivo del PP es el de dar un nuevo e importante paso a las obras de una de las infraestructuras más demandadas de la provincia. Así, la circunvalación proyectada en 77 kilómetros, cuenta, nueve años después del inicio de las obras, con solo 16,9 kilómetros disponibles, apenas un 20 por ciento. Mientras, otros 22 kilómetros se encuentran «en carga», o lo que es lo mismo, con presupuesto para acometer las construcciones. Finalmente, Tarno anunció la existencia de hasta cinco kilómetros pendientes de licitación. A ello se deben sumar más de 32 kilómetros con el proyecto preparado pero sin licitación alguna. Entre estos últimos se encuentran los arcos noroeste y noreste y un tramo de cinco kilómetros entre Espartinas y Valencina.