El presunto asesino de Pilas atacó ese día a otras dos mujeres

No paró hasta encontrar a su víctima. Y, según las primeras pesquisas, parecía que no le importaba quién fuera, sino que sería la primera que se topara en el camino. El presunto asesino de Pilas iba en estado de embriaguez y asaltó previamente a otras dos mujeres la misma mañana. Ya a la tercera tentativa, acabó con la vida de Ana María. La primera pudo salir huyendo al ver las intenciones de su atacante y la segunda hasta fue agarrada por el brazo por el presunto agresor, aunque logró zafarse a tiempo para escapar, según desvelaron fuentes cercanas a la investigación, una vez que la jueza del Juzgado de Instrucción número 1 de Sanlúcar la Mayor ha decidido decretar el levantamiento del secreto de sumario.

Esas mismas fuentes revelan, igualmente, que el principal sospechoso del homicidio, un vecino de Pilas que responde a las iniciales E.R.R., se encontraba bajo los efectos del alcohol. Todo ello después de las pruebas de alcoholemia practicadas por los agentes tras su detención que, además, se realizó varias horas después de producirse este crimen.

Fuentes de la investigación añadieron a su vez que, de primeras, no parece que haya un móvil sexual en este caso, aunque han enviado diversas muestras al Instituto Nacional de Toxicología para su posterior análisis.

El cuerpo de Ana María M.M. fue hallado sin vida en torno a las 8.30 horas del pasado domingo en un campo de olivos ubicado en el entorno del camino de Santillán, en término de Pilas, en un camino que solía transitar desde su vivienda hasta al bar que regentaba con su marido. El cadáver se localizó gracias a un hombre –el ahora detenido– que se presentó en un bar de la localidad, con una herida profunda en la cabeza y alertando de que había encontrado el cuerpo sin vida de una mujer semidesnuda y que había sido víctima de dos hombres y una mujer de procedencia rumana que llegaron en una furgoneta blanca al lugar del suceso. Es más, aseguró a los presentes que había intentado mediar y, por ello, recibió un fuerte golpe de cabeza con un palo, versión que horas después fue desmontada por la Guardia Civil. Los agentes, que le tomaron declaración en un centro hospitalario, procedieron a su detención como presunto autor del homicidio y empezaron a barajar la hipótesis.

El asesinato de Ana María causó una honda conmoción en el pueblo. Primero por ser una persona muy conocida en el municipio. Y, segundo, por lo extraño de las circunstancias, de las que han trascendido pocos detalles. Así, el pasado lunes se concentraron unos 2.000 pileños a las puertas del Ayuntamiento, donde tuvo lugar un minuto de silencio. «Queremos llamar a la calma a nuestros ciudadanos, con el fin de que se esclarezcan los hechos lo antes posible y nuestro municipio vuelva a la normalidad», leyó posteriormente un breve el alcalde, José Leocadio Ortega, que expresó el pésame en nombre de todo el pueblo y mostró su «rechazo a este suceso y a cualquier acto violento».