El PSOE avisa de «querellas» contra quien le atribuya la «compra» del edil de Guillena Javier Pisonero

Pérez ha expuesto que mientras los socialistas «no tenemos ninguna responsabilidad» sobre la actuación de dicho concejal, las fuerzas de oposición «no han aceptado ni asumido» una votación

02 oct 2015 / 15:10 h - Actualizado: 02 oct 2015 / 15:12 h.

La secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, ha advertido de que los socialistas promoverán una «querella» contra quien «insinúe que desde el PSOE se ha comprado a alguien», en referencia a las acusaciones según las cuales los socialistas habrían «comprado» al concejal del Ayuntamiento de Guillena Javier Pisonero, quien desobedeció a su asamblea de Guillena Sí Se Puede y en la sesión de investidura propició la reelección del alcalde socialista Lorenzo Medina Moya, desencadenando un agrio conflicto en el municipio.

El mencionado conflicto, traducido en diferentes incidentes como los vividos recientemente en el pleno del Ayuntamiento a cuenta de las protestas de la plataforma vecinal impulsada por las fuerzas de oposición; IU-CA, el PP y Guillena Sí Se Puede, ha llegado incluso al pleno de la Diputación. Hasta allí, la citada plataforma trasladó a unas 25 personas, ataviadas con camisetas con la leyenda «alcalde ilegítimo» y con una pancarta, para «visualizar» el conflicto de la mano del diputado provincial de Participa, Julián Moreno (Podemos), quien finalmente protagonizó un crudo cruce de declaraciones junto al presidente de la institución, el socialista Fernando Rodríguez Villalobos.

Verónica Pérez, ante este escenario de «tensión», ha defendido que en Guillena, el PSOE «ganó las elecciones y quedó a unos cuantos votos de la mayoría absoluta», momento en el que IU-CA, el PP y Guillena Sí Se Puede «intentaron asaltar el gobierno municipal pactando la derecha, la izquierda y los que no se sabe de qué son», pero «no se salieron con la suya» gracias a un concejal, el edil Javier Pisonero, tachado de tránsfuga, que «no quiso ser cómplice de ese atraco a mano armada» y no siguió las instrucciones de su asamblea para formar un gobierno de coalición que impidiese gobernar al PSOE.

Pérez ha expuesto que mientras los socialistas «no tenemos ninguna responsabilidad» sobre la actuación de dicho concejal, las fuerzas de oposición «no han aceptado ni asumido» una votación, la de la sesión de investidura, resuelta «dentro de la normalidad democrática». Y eso así, la dirigente socialista avisa ya de que «cualquiera que insinúe que desde el PSOE se ha comprado a alguien, va a encontrarse con una querella o denuncia por parte del PSOE». «No hemos comprado a nadie nunca, jamás», dice avisando de que el PSOE «irá a donde haya que ir para que no se manipule más la realidad».

EL «TRANSFUGA» DE GUILLENA

En Guillena, un municipio gobernado durante más de 30 años por Justo Padilla y después regido por su sucesor, el socialista Lorenzo Medina, las elecciones municipales del 24 de mayo se saldaron con una nueva victoria del PSOE, que no obstante obtuvo ocho concejales, uno menos de la mayoría absoluta. IU-CA, de su lado, obtuvo cuatro, el PP tres y dos la agrupación electoral Guillena Sí Se Puede, promovida por Podemos.

Medina, aspirante a la reelección por el PSOE y de nuevo primer edil, había dicho a Europa Press antes de la sesión de investidura que IU-CA, el PP y Guillena Sí Se Puede negociaban un «entendimiento» para arrebatarle el poder, extremo finalmente abortado al votar uno de los dos concejales de Guillena Sí Se Puede a favor de la candidatura del PSOE, por lo que Medina se proclamó alcalde de nuevo en contra del pacto alcanzado entre las citadas fuerzas.

El voto de Javier Pisonero en contra del acuerdo de la asamblea de Guillena Sí Se Puede y a favor del PSOE posibilitó que Lorenzo Medina conservase la Alcaldía, si bien ha despertado una cruda controversia en la que no pocas voces acusan al PSOE de «comprar» la voluntad de este concejal, toda vez que los socialistas lo niegan y defienden que Pisonero ha actuado por «decisión personal».