El PSOE de Los Palacios se impulsa desde sus cenizas

El único pueblo de la provincia sin representación municipal socialista vuelve a empezar en el 40º aniversario de la fundación de su agrupación local

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
18 feb 2018 / 08:05 h - Actualizado: 18 feb 2018 / 08:05 h.
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  • Militantes socialistas celebran en la Casa del Pueblo el 40 aniversario de la agrupación local. / Á.R.
    Militantes socialistas celebran en la Casa del Pueblo el 40 aniversario de la agrupación local. / Á.R.

El PSOE de Los Palacios y Villafranca ha recuperado la alegría porque no le queda nada por perder y el futuro vuelve a perfilársele en blanco. Cuarenta años después de la fundación de su agrupación, en febrero de 1978, cuyos actos conmemorativos comenzaron ayer en la humilde Casa del Pueblo de la calle Federico García Lorca, con los chiquillos jugando en el patio del fondo y muchos militantes disfrutando de un arroz de mediodía, como en los viejos tiempos, como si no hubiera sido el partido que transformó esta localidad del Bajo Guadalquivir, el partido que consiguió mayorías absolutas de hasta 14 concejales y el que se creyó, en el colmo del delirio, que el Ayuntamiento era suyo. «Este pueblo es socialista», repetían ayer como un mantra los viejos de la agrupación que han visto cómo, desde 2011, su partido no solo perdió casi 5.000 votos en una sola noche electoral, sino que en 2015 reducía su representación municipal de seis a tres concejales, y desde entonces ha protagonizado una lucha interna sin cuartel entre los tres ediles y el nuevo secretario general, Juan Diego Valverde, que ha desembocado en la huida de aquellos al grupo mixto y el nombramiento de este como secretario de Turismo en la ejecutiva provincial. Dicho de otra forma: han visto cómo el PSOE palaciego ha sido la única agrupación de toda la provincia que se ha quedado sin representación municipal mientras que su flamante secretario general, tras una travesía del desierto de más de dos años, ha recibido la definitiva bendición del aparato.

Ayer, en la vieja Casa del Pueblo «que hicimos con nuestras propias manos», como recordaba el primer alcalde socialista del pueblo, Domingo Chamorro, aterrizado para la ocasión, compartieron conversación y recuerdos no solo decenas de históricos socialistas que en los últimos años ni hablaban de política, sino pesos pesados del partido que vinieron a arropar a Valverde. «Yo me quedo con el verde», decía jugando con el apellido la senadora socialista María José Fernández, a la sazón exalcaldesa de Lebrija. Con ella, también estaban el delegado provincial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Juan Borrego; el alcalde de Montellano y diputado, Curro Gil; el nuevo secretario de Formación de la Ejecutiva provincial, Mario Muñoz; y otros muchos socialistas de Utrera, Las Cabezas de San Juan, la Sierra Norte e incluso de la capital. Todos mezclados con las socialistas más antiguas del pueblo que les ofrecían papas aliñadas, cervezas y el arroz que se estaba haciendo. «¡Ya tenemos agua!», gritaba una de ellas como quien ha descubierto la dinamita. No era para menos, pues la Casa del Pueblo se ha llevado meses sin suministro de agua ni electricidad por falta de pago, lo cual ha sido motivo de ataques por parte del partido del alcalde, Juan Manuel Valle (IU).

«Somos pobres, así que volvemos a la Casa de la que nunca tuvimos que irnos para aparentar lo que no éramos», dijo Chamorro. «Y como somos pobres, estamos dispuestos a ayudar a todo el mundo». La senadora Fernández también quiso animar al respetable: «En todas las familias hay páginas grises, pero sirven para aprender», sentenció, «y al alcalde de Los Palacios [Juan Manuel Valle, IU], que se cree que lo ha hecho todo él, le damos de plazo un año y medio, porque el PSOE volverá a ganar las elecciones». Y fue entonces cuando los presentes rasgaron el silencio con sus aplausos entusiastas y la conclusión de Chamarro: «Como me decían unas mujeres hace un rato: los del PP nos parecen muy serios, y los comunistas, muy estreñidos; nosotros somos como somos, sonrientes y alegres». Francisco Begines, alias Curro Mochazo, histórico dirigente socialista desde antes de la Transición que pasó por el Gobierno municipal en los años ochenta, tomó la palabra para subrayar que «desde la Puente hasta el peón caminero, y desde la autopista hasta la marisma, todo lo hicimos los socialistas en este pueblo», con lo que arrancó un nuevo aplauso.

Valverde cerró entonces las intervenciones: «Está bien que nos vengamos arriba», dijo, y seguramente pensó que era lo que necesitaban, ahora que poco más de un año para los comicios municipales y los primeros ataques políticos desde el Gobierno de Valle no se lo llevan los tres partidos de la oposición –el PP, el Grupo Mixto recientemente formado por los tres ediles del PSOE y el extinto PA que prepara una Alternativa Local–, sino él, que no tiene concejales ni despacho en el Ayuntamiento pero que acaba de ser fichado («enchufado», según IU) como asesor del Consejero de Turismo. El arroz estaba listo. Nadie mencionó en ningún momento el nombre del último alcalde socialista: Antonio Maestre.