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El socialista Antonio Conde, vencedor anoche en Mairena del Aljarafe, saluda a los suyos. / A. P.
Mairena del Aljarafe tendrá que dialogar. Los comicios han configurado un pleno colorido y en el que el buen entendimiento será clave para que el socialista Antonio Conde pueda acceder a la alcaldía. Parece que el proyecto popular de Ricardo Tarno no ha convencido a los maireneros estos últimos cuatro años. Después de que en las elecciones de 2011 el PP arrebatara el bastón de mando a un PSOE que gobernaba desde hace dos décadas, los resultados electorales «daban la vuelta a la tortilla», según Conde. La sartén para hacerlo estuvo en las manos de tres barrios –Los Alcores, Lepanto y Casco Antiguo– que ayer dieron un empujón al proyecto socialista.
El PSOE ganaba ayer las elecciones con todas las de la ley. Aunque pierden un concejal en el pleno (de 8 pasan a 7), lo cierto es que los socialistas han aumentado sus votos –de 5.960 a 6.346– con respecto a los anteriores comicios, cuando quedaron como segundos. Por ello, la sensación que había en el PSOE era de alegría. Con los votos escrutados, Conde salió a dar las gracias por el trabajo realizado y reconoció la «responsabilidad» que tiene ahora para «reiniciar un pueblo que estaba parado por la gestión del PP».
Y mientras la satisfacción reinaba entre los socialistas, en el PP era la desolación la que marcaba la noche. Desde los primeros escrutinios Tarno asumía la derrota. Un varapalo que se traducía en la pérdida de cuatro concejales –de 10 a 6– y en unos resultados que no se corresponden con la sensación de «haber hecho un buen trabajo», como se repetía ayer una y otra vez en la sede popular.
No todos pierden. Otros ganan y no sólo eso, sino que entran con fuerza. Es el caso de las formaciones emergentes Mairena Sí se puede y Ciudadanos. La primera, el círculo ciudadano avalado por Podemos, consiguió ayer más de 3.200 votos, que la sitúan como la tercera fuerza municipal, y cuatro concejales. Ahora sólo queda saber si su cabeza de lista, Pablo Gelo, convence igual de bien que lo ha hecho fuera de la bancada. El mismo reto tendrá el líder de C’s, Antonio Vasco, quien conseguía tres bancos de plano y un buen puñado de votos.
La entrada de las nuevas formaciones implica la caída en picado y la salida de otras. IU es uno de los afectados. Aunque el hartazgo político bien le hubiese valido una remontada de sus dos históricos concejales, lo cierto es que ha perdido uno de sus sillones al caer en 400 el número de votos, situándose en 1.420. Pero, sin duda, el gran damnificado es el PA de Rosario Gordillo. El cambio de cara no les ha valido a los andalucistas, que salen de un ayuntamiento –con apenas 650 votos– que hace cuatro años ayudaron a formar con su apoyo a Tarno.