Los bares de El Saucejo se unirán este sábado en una ruta que mostrará que mostrará lo mejor de las tapas del pueblo. Nunca mejor dicho, porque tiene el matiz de que se trata de una ruta kilómetro cero, con lo que al menos una de las tapas presentadas tiene que ser elaborada con elementos productos del campo o la ganadería local.
Es una idea que explica la alcaldesa del municipio, Antonia Capitán, que entiende que «dentro del universo de experiencias parecidas que hay en muchos pueblos, no hemos encontrado nada tan original, que premie la economía local e incentive que la gente elabore comida con elementos de la economía primaria local».
Todo tiene su raíz en el conocido como movimiento Slow Food, una corriente nacida en los años noventa en Italia, que promueve el consumo de alimentos de calidad, ecológicos y de proximidad, en oposición al concepto de fast food. La idea se basa en conceptos como contribuir a reducir la enorme huella ecológica que conlleva la manipulación, embalaje y transporte de materias primas a miles de kilómetros, así como incentivar la gastronomía local y evitar así la extinción de variedades y razas autóctonas. El fin último, incluso, es rescatar platos típicos que sufrían ante la capacidad de promoción de la comida rápida.
En ese concepto, cabe todo, desde los espárragos, lechugas o tomates del pueblo, hasta la carne que se ponga en la tapa, si es de animales que hayan sido criados y sacrificados en la localidad. El concepto, en sí, es tan amplio como sencillo. Con todo, en esta sexta edición de la ruta, con esa idea innovadora, serán nueve establecimientos los que compitan el sábado en una jornada maratoniana por las calles y bares del pueblo: Peña Sevillista, bar Botones, cervecería el Lío, bar Lola, bar Fogonero, Peña Bética, restaurante el Chorrillo, bar la Chivera y restaurante Los Sauces.
Aparte de las tapas que presentarán a la ruta con ingredientes libres, las que optan al premio como mejor tapa kilómetro cero tienen nombres como Delicias de la Abuela o Paparrones con queso y huevos de codorniz.
Capitán animó a los vecinos a «prepararnos para recorrer las calles en busca de nuevos sabores y aromas», esperando que los establecimientos agucen el ingenio para «cocinar con ingredientes vinculados al territorio o, cuanto menos, buscar los productos de temporada, acortando distancias entre la tierra y el fogón».